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Fallecimiento

Los grandes amores de María Teresa Campos: de José María Borrego a Bigote Arrocet

Repasamos la vida sentimental de la veterana comunicadora, fallecida hoy con 82 años.

ENTREVISTA DE MARTA ROBLES A MARÍA TERESA CAMPOS. Alberto R. Roldán

María Teresa Campos ha fallecido hoy, 5 de septiembre, a los 82 años tras un empeoramiento en su estado de salud y deterioro cognitivo que venía padeciendo hace ya algunos meses. Matriarca del clan Campos, la veterana comunicadora ha estado acompañada en todo momento por sus hijas, Carmen Borrego y Terelu Campos, así como por sus nietos, Alejandra Rubio, José María y Carmen Rosa Almoguera. Llevaba retirada de la profesión desde hacía cuatro años, tras casi60 dedicada a la Comunicación, siendo un referente del periodismo y el entretenimiento en España.

Sin pareja desde 2019, cuando finalizó, con polémica, su relación sentimental con el cómico chileno, Edmundo Bigote Arrocet. Con él vivió "una segunda juventud" que comenzó en el plató del programa ¡Qué tiempo tan feliz!. La ruptura fue un duro golpe para la periodista que no obtuvo ninguna explicación por parte del que era su pareja. Pero antes de él, otros hombres ocuparon un papel importante en su vida. "Sé que el amor es una parte muy importante de la vida de Teresa", decía Carmen Borrego en el programa Lazos de sangre que TVE le dedicó hace dos años. Para ella "el amor es la pieza que hace que todo encaje" y lo ha llevado a la práctica toda su vida con las diferentes relaciones que ha mantenido desde que saltó a la fama. Repasamos su vida sentimental:

María Teresa Campos y Edmundo "Bigote"ArrocetlarazonLa Razón

Su primer gran amor y el padre de sus dos hijas (Carmen Borrego y Terelu Campos) fue José María Borrego, con quien se casó a los 23 años, tras siete años de noviazgo. Era periodista y con él coincidió en sus primeros años de radio. Vivía en Málaga, durante los últimos años de la relación, mientras que María Teresa se trasladó a Madrid, después de haber sido Directora de Informativos de Andalucía de RCE. La distancia provocó la ruptura de la pareja. Tras 17 años de matrimonio, cuando ya estaban separados pero no divorciados –"nunca le pude decir que me quería separar legalmente, porque eso no era posible", contaría la presentadora después-, recibió la noticia de su fallecimiento. José María Borrego se suicidó pegándose un tiro, un trágico suceso que marcaría la vida de ella y sus dos hijas.

Fue en el programa de Risto Mejide donde la periodista habló por primera vez de este suceso. "Lo pasamos todos muy mal, yo les decía a ellas que hablaran con naturalidad de lo que ha pasado", confesó. "Con 17 años te hace madurar, no te voy a decir a base de hostias pero casi”, reconocería después Carmen Borrego.

"Mi madre es el orgullo de mi vida. Yo soy lo que soy gracias a ella. No puedo decir lo mismo de mi padre, a quien perdí cuando tenía 18 años, aunque algo tendré de él. (…) La que ha peleado y luchado por sus dos hijas ha sido mi madre. La que ha vivido momentos regulares y de desesperación económica ha sido ella. La que me duele y por la que sufro todos los días es mi madre”, se sinceraba por su parte Terelu en su blog de Lecturas.

Años después, María Teresa encontró el amor en un arquitecto vasco, Félix Arechavaleta. Se conocieron por casualidad cuando ella tuvo una avería con el coche, y él la ayudó. Con él mantuvo una relación durante más de una década y fue como un padre para sus hijas. Falleció de un infarto en 2006. Durante una de sus intervenciones televisivas, Campos aseguraba que "el hombre que más ha marcado mi vida ha sido el padre de mis hijas . Y luego Félix, porque fueron 14 años de mi vida. Los demás han sido itinerantes".

Esas relaciones "itinerantes" como ellas las calificó, fueron las que vinieron después. Primero con el empresario sevillano Felipe Maestro, con quien estuvo menos de un año, y con el periodista José María Hijarrubia, ocho años menor que ella, divorciado y con dos hijas, con quien tuvo una relación de dos años.

Su afición a las motos se la transmitió el empresario Santiago García, con quien tuvo un breve romance, y especial recuerdo mantenía de Gustavo Manilow, su gran apoyo cuando padeció una enfermedad que le afectó las cuerdas vocales.

Con ninguno volvió a pasar por el altar. Fue entonces, cinco años después, cuando tenía 71 años, cuando volvió a recobrar la ilusión. Apareció en su vida Bigote Arrocet, ocho años menor que ella. Un romance sorprendente y muy mediático, que duró cinco años, hasta que el humorista desapareció sin dejar rastro. Una ruptura que coincidió también con un momento profesional delicado. También fue la época en la que sufrió un ictus, del que se recuperó favorablemente.