A punto de cumplirse tres años del estreno de la serie documental "Rocío, contar la verdad para seguir viva", ninguna duda cabe del tremendo impacto que tuvo en la sociedad lo que a priori parecía un simple capítulo más de la crónica social patria. Gracias a poco más de cuarenta minutos que duró el primer episodio, Carrasco dejó de ser para muchos espectadores la gran villana y "mala madre" para convertirse en una víctima de violencia de género y vicaria, generando un debate nacional cuyos ecos todavía resuenan.

Tanto interés despertó que algunos funcionarios utilizaron sus claves para acceder al expediente de Rocío Carrasco en VioGén, un sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género que pertenece a la Secretaría de Estado de Seguridad del ministerio del Interior.

El objetivo es integrar en una sola herramienta toda la información de interés que se estime necesaria para proteger a las víctimas de violencia de género y hacer predicción del riesgo que corren. En definitiva, ahí podían encontrarse todos los datos relativos a las denuncias que Rocío Carrasco interpuso contra Antonio David Flores, al que acusa de haberla maltratado física y psicológicamente durante años.

La funcionaria de la Comunidad Valencia que accedió a su expediente se enfrentaba a tres años y medio de prisión por un supuesto delito de descubrimiento y revelación de secretos, pero la Fiscalía, que actuó de oficio, ha retirado la acusación este martes en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Valencia.

La razón es que ya hay jurisprudencia sobre otros dos casos similares contra funcionarios de la Comunidad Valenciana que ya fueron absueltos. En su día, el magistrado dictaminó en su sentencia que no podía haber delito de revelación de secretos teniendo en cuenta que todos los datos contenidos en el expediente de VioGén fueron revelados por la propia Rocío Carrasco a lo largo de su serie documental: "Son los que han hecho llegar a los medios, con notable profusión, sus identidades, domicilios, filiaciones, así como la condición de denunciante por malos tratos de ella y de autor de él".

La vuelta de Rocío

Tres años después, y pese a estas polémica que todavía salpican al documental, Carrasco parece haber renacido como el ave fénix que lleva tatuado en su espalda. Tras años alejada de los medios, ahora disfruta de un fructífero regreso a la pequeña pantalla, el medio en el que siempre trabajó y que tanto le gusta. En este momento participa junto a sus amigas Alba Carrillo y Rocío Carrasco en "Bake Off: Famosos al horno", un concurso de Televisión Española en el que todos los espectadores están descubriendo su faceta más divertida -y pastelera-.