Las Redes hablan
La ¿eterna ruptura? de Malú y Albert Rivera
La cantante ha dejado de seguir al expolítico en Instagram. Él, no.
Una ruptura no es una ruptura hoy en día hasta que ambas partes se dejan de seguir en Instagram. Esto es un axioma. Mucho más si son famosos. Ahí la cosa adquiere ya tintes, no solo de legitimidad, sino de confirmación oficial. Dejar se seguirse en Instagram es hoy a las rupturas de famosos lo que ayer era el comunicado de prensa. Y en lo de Malú y Albert Rivera, ojo a esto, la primera ha dejado de seguir a Rivera, pero Rivera no la ha dejado de seguir a ella. Esto indica, en calidad de experta en rupturas modernas lo afirmo, no solo que no ha superado la ruptura y la lleva fatal, sino que confía en una reconciliación. Estaría Rivera en la fase de negación y pataleta mientras Malú ha pasado ya de pantalla. Nosotras sabemos que hemos superado una ruptura cuando nos la sopla con quién y dónde salga en las fotos.
Con esta pareja, yo no sé cuántas veces la hemos dado por rota, ni sé cuántas veces han desmentido ellos y los suyos la ruptura. Supongo que es por eso que ya los daba por separados y me ha sorprendido ahora, como te sorprende la muerte de alguien a quien tú ya dabas por muerto. Es una sensación rara porque en apenas medio minuto descubres que están juntos (¡Ah!) y que ya no (¡Oh!). Bueno, pues parece que esta es la definitiva (¡Oh!) y que Rivera lo lleva regu. Dicen que el expolítico y emprendedor (me encanta lo de «emprendedor») confesaba lo mal que lo estaba pasando a sus amigos durante el concierto de Rosalía en el Primavera Sound. Que también es un momento peculiar para hacerlo, a grito pelado mientras la otra canta «despechá»: «¡¡¡Tíos, que creo que lo llevo mal!!!» Y los demás moviendo el cucu con la motomami. A lo mejor con un poleo menta y en un sitio más recogidito ellos le podrían haber dado algún consejo para superar la ruptura.
Yo no sé cómo lo hacen los hombres, igual no tienen el mismo método que nosotras. Y con «nosotras» me refiero a mis amigas y a mí. Nosotras, las rupturas, las superamos en la peluquería y diciéndole a la doliente «tú pasa, tía» muy convencidas. Ese es el mejor consejo y el único que funciona. Eso y la cerveza. Así que yo a Rivera, desde esta columna, que en este caso sería la amiga en la pelu en formato articulito, le diría «tú pasa». Y sobre todo no montes numeritos como el de salirte en medio de un juicio atacado. Que a lo mejor no tenía nada que ver con que andes despechado, como Rosalía, pero lo parece.
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