Ya no es el mismo
Daniel Sancho, enfadado, cambia su actitud en prisión
El asesino confeso de Edwin Arrieta ha despistado a muchos con sus últimos movimientos, pero también por cómo se comporta ahora a la espera de juicio
Daniel Sancho tan solo puede esperar a que la justicia tailandesa continúe su avance y se produzca el juicio en el que se determine su futuro. Su horizonte judicial es oscuro, pues sobre él pende la posibilidad de ser condenado a muerte por el asesinato de Edwin Arrieta, del que él se declaró autor confeso, aunque niega la premeditación. Será un juez quien determine el grado de responsabilidad y la condena que le adjudica, mientras él continúa sus días en prisión provisional en la cárcel de Koh Samui. Pero su actitud, en un principio muy colaboradora con las autoridades y los funcionarios penitenciarios, ha cambiado drásticamente en los últimos días y es que está muy cabreado por cómo se han ido sucediendo los acontecimientos.
Ahora, Daniel Sancho tiene unos días extra, tras el movimiento que realizó cuando el juez fue a leerle los delitos por los que será juzgado. No había un traductor presente y quiso tener todas las garantías legales a su disposición, lo que determinó que la vista se aplazase al próximo 13 de noviembre. Pero desde este paso se han conocido más detalles, como que tiene un nuevo abogado tailandés, aunque de poco le sirve pues se niega a reunirse con él en prisión para ajustar la estrategia de su defensa en el juicio. Tampoco se conocía que ha tratado de pagar la fianza en dos ocasiones para salir de prisión, aunque se le ha denegado. Esto le ha molestado mucho, pero más que se hayan filtrado imágenes suyas en la cárcel en la prensa internacional. Todo esto se ha materializado en un cambio de actitud, que está dando mucho que hablar.
Aunque acudió a comisaría para denunciar que su amigo había desaparecido, cuando se encontraron las primeras partes de Edwin Arrieta confesó haberle asesinado y descuartizado. Ayudó en todo momento a los investigadores a esclarecer el crimen y dar con las piezas del cirujano colombiano diseminadas por la isla. Tan buena fue su actitud, que incluso aseguró que le habían invitado a cenar en el mejor restaurante de la región antes de ingresar en prisión. Pero ahora entre rejas ya no se muestra tan colaborativo, como así se ha visto en los últimos movimientos que están retrasando la fijación de la fecha del juicio. ¿A qué se debe este giro de guion? Las últimas informaciones mantienen que se debe a las interesadas filtraciones que ha sufrido mientras continúa entre rejas.
Hace unas semanas atrás, el programa de Ana Rosa Quintana mostraba unas imágenes en primicia de Daniel Sancho en la cárcel de Koh Samui. No eran las que se recrearon a través de Inteligencia Artificial, sino unas reales del joven chef vistiendo el mono de prisión. Se le mostraba por primera vez sin su característica melena rubia, pues al ingresar fue rapado. También estaba más delgado, pero también destacaron desde ‘TardeAr’ que se mostraba molesto frente al ordenador, como así se lo hacía entender al funcionario que le acompañaba. Aseguran que esta filtración le ha sentado mal, no desea que se muestre su nueva imagen al mundo, pues no puede controlar su aspecto y la forma en la que se produce. Aunque determinar que este suceso sea el responsable de sus movimientos legales es demasiado afirmar, pues la estrategia de defensa la lleva su equipo legal y él confía en que harán lo imposible para ayudarle a mejorar sus circunstancias, aunque la última palabra la tendrá el juez.
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