La criminóloga Beatriz de Vicente desvela la conversación que tuvo con Daniel Sancho cuando fue a verle a la cárcel

Daniel Sancho se ha convertido en el último año en una de las personas más conocidas en España. Al mismo tiempo, el hermetismo que le rodea es tal que ni siquiera se ha publicado una sola fotografía de él desde que fue detenido en agosto del año pasado en Tailandia por el asesintato premeditado de Edwin Arrieta, por el que fue condenado a cadena perpetua. Cualquier periodista, psicólogo o criminólogo que se precie estaría encantado de mantener una conversación con él para dar respuesta a muchas preguntas que todavía siguen sin resolver, pero son pocos, más allá de sus padres y su equipo de defensa, quienes han podido hablar con él desde que pasó a disposición de la Justicia tailandesa.

Beatriz de Vicente es una de las pocas afortunadas. Tal y como ha desvelado en “Bestias”, su pódcast, fue capaz de ganarse su confianza y pudo charlar con él unos minutos a lo largo de las sesiones en las que se desarrolló su juicio.

“Durante los tres días que pude estar dentro de la sala llegué a tener la oportunidad de hablar durante varios minutos con el acusado. Tan solo en presencia de un guardia que le custodiaba y el asistente de fiscalía que preparaba la jornada vespertina de ese día. Ninguno de ellos entendía el castellano. Eso nos permitió mantener una charla distendida”, comienza narrando la criminóloga.

De Vicente indica que ofreció algunos consejos a Sancho para que saliera lo mejor parado del juicio, como no atacar la línea de su propia defensa, algo difícil para el acusado, puesto que según él mismo, su abogado tailandés “se dormía” durante el proceso. La propia Beatriz lo confirma en su pódcast y revela la conclusión a la que llegó el chef español: “Mi abogado es de pastel. Mi mejor defensa soy yo”.

Además, de Vicente explica que Sancho mantuvo su inocencia en todo momento, una postura que todavía hoy defiende.

Sancho cumple ahora su condena a cadena perpetua en la cárcel tailandesa de Surat Thani, una de las más peligrosas del país por las pésimas condiciones en las que se encuentran sus internos. Mientras, su equipo de defensa trabaja en las apelaciones que pueden presentar en un último intento de librar a su cliente de pasar entre rejas el resto de su vida.

En el mejor de los casos, Daniel Sancho podría regresar a España cumplida una parte de su condena, pero de momento nadie le quita de cinco a ocho años a la sombra tailandesa.