Entrevista
Cayetano Martínez de Irujo: "Estar con Alfonso Díez es lo mejor que le pasó a mi madre en sus últimos años"
El hijo de la Duquesa de Alba se sincera en el décimo aniversario de la muerte de Doña Cayetana
Hoy se cumple el décimo aniversario de la muerte de la Duquesa de Alba y, como viene siendo tradicional en esta última década, su hijo Cayetano organiza una misa en su honor en la sevillana iglesia del Valle, sede de la Hermandad de los Gitanos, a la que tan unida estaba Cayetana de Alba y en donde descansan parte de sus cenizas. Será a las ocho y cuarto de la tarde y se espera que asistan algunas de las personas que formaron el círculo más cercano de la aristócrata. Aparte de su hijo Cayetano, estarán su nietos, Luis y Amina; la madre de estos, Genoveva Casanova, y la actual pareja de Cayetano, Bárbara Mirjan; su viudo, Alfonso Díez, y amigos como Carmen Tello y su marido, Curro Romero.
Es una incógnita si se sumarán al acto el resto de los hijos de la fallecida, que hace años que no coinciden bajo el mismo techo debido a ciertas diferencias familiares, aunque se ha publicado que Carlos, actual Duque de Alba, y algún hermano más podrían estar presentes en la ceremonia religiosa. LA RAZÓN entrevista en exclusiva al duque de Arjona.
-¿Cómo recuerda a su madre?
Era la persona más grande que uno puede encontrarse en su camino, una madre extraordinaria y un personaje histórico. Y con la gran suerte de haber sido su hijo.
-¿Sentía especial predilección por usted?
Yo era el más afín a ella, el que más se le parecía en personalidad y carácter. Había una similitud en todo. Además, fui el escogido para que ella se casara una tercera vez, bajarse del trono y dejar lo más importante de su vida, que era su patrimonio, en mis manos.
-Pero las cosas no se hicieron como ella habría querido. Ese patrimonio está en manos de su hermano Carlos.
Bueno, yo evidentemente, lo respeto, pero no lo puedo compartir, habiendo estado yo tan cercano a nuestra madre y despachando con ella temas profesionales durante sus últimos cinco años de vida. Bien es verdad que algunas cosas se están haciendo muy bien, de hecho, Fernando, el hijo de Carlos, tiene muy buena cabeza y es una persona que te escucha, pero en otros aspectos se han llevado a cabo cosas que son la antítesis de lo que quería nuestra madre.
-¿Es consciente de que había que modernizar la Casa de Alba?
Eso sí, pero manteniendo las estructuras de sus seiscientos años de historia.
-¿Sería feliz si esta noche vinieran a la misa sus hermanos?
Claro que me gustaría que vinieran, ojalá lo hicieran, porque para mí ha sido alucinante que en los nueve años anteriores no hayan compartido conmigo un día tan especial para nuestra familia. Ha habido nula presencia y sería feliz si vinieran, por mí y por nuestra madre.
-Si eso no sucede, por lo menos estará arropado por personas cercanas a su progenitora.
Los más fieles, sus médicos, su viudo Alfonso, Carmen Tello y Curro Romero… Y un año también mi sobrina Cayetana.
-Con Alfonso Díez disfruta de una amistad muy estrecha.
Mucho, muy buena. Estar con él fue lo mejor que le pudo ocurrir a mi madre en sus últimos años de vida. Solemos vernos todos los meses y quedamos a comer. Tenga en cuenta que él vive en Madrid y yo en la localidad sevillana de Carmona.
-También siente usted un cariño especial hacia Carmen Tello.
Tenemos una gran afinidad. Al igual que con su marido Curro. Son dos personas excepcionales.
-¿Con su hermano Carlos Fitz-James tiene buena relación?
Es una relación normal. Carlos no está de acuerdo en que yo opine lo contrario de lo que él piensa…
-Hace unos días visitó la exposición sobre las cartas de León en el palacio de Liria. ¿Cómo fue volver allí, donde vivió tantos años?
Tuve una sensación muy especial…