Rastrillo
Carmen Lomana vende las joyas de su armario por una buena causa
Los fondos irán destinados a Nupa, una ONG que ayuda a niños enfermos y con la que colabora desde hace doce años
Todo el que alguna vez haya soñado con igualar la elegancia que Carmen Lomana siempre desprende con sus looks por fin tiene la oportunidad de intentarlo gracias a su rastrillo solidario. Desde ayer y hasta el 23 de noviembre, el espacio Neolith Living Gallery, sito en el madrileño número 94 de la calle Alcalá, expondrá algunas de las prendas más icónicas de la socialité para su venta, cuyos beneficios irán destinados en exclusiva a Nupa, la única asociación española de pacientes de fallo intestinal, nutrición parenteral y trasplante multivisceral, una organización con la que Lomana lleva colaborando doce años.
«Conocí a la asociación haciendo un calendario y me llegaron al corazón. Son niños que podían llevar tres o cuatro años en el hospital, y sin embargo, les veía con alegría. Fue entonces cuando pensé que tenía que ayudarles de alguna forma. Ellos tienen que estar mucho tiempo ingresados porque a algunos incluso les tienen que hacer trasplantes de intestino, y muchos ni siquiera son de Madrid, por lo que sus padres no pueden pasar con ellos todo el tiempo que les gustaría. Por eso trabajamos también con «Mamás en acción», que son mujeres que dan parte de su tiempo para cuidar a niños que están solos en el hospital porque los padres son de fuera. En estos casos, si se trata de familias con pocos recursos, Nupa también les busca un alojamiento para cuando tengan que venir a Madrid», explica una emocionada Carmen Lomana a LA RAZÓN.
El espacio no llevaba abierto ni una hora y ya estaba lleno de mujeres ansiosas por hacerse con alguna de sus prendas, piezas de todo tipo a precios adaptados a todas las economías: «Hay de todo, cosas de Zara o de alta costura como Dior, Oscar de la Renta o Valentino». Precisamente, son las de este último diseñador de las que más le ha costado desprenderse, pero todo sea por la buena causa con la que se comprometió hace más de una década. Destaca una de las joyas de su armario, un conjunto de vestido y chaqueta en tonos marfil y de corte imperio que formó parte de la exposición comisariada por Juan Gutiérrez en 2018 en el Museo del Traje de Madrid, y que tiene un precio de salida de 1.400 euros.
Pero además de las prendas de Carmen Lomana, los visitantes también pueden hacerse con joyas y otros complementos de la firma Isabel Oliver, de María Isabel Monje Valcárcel. La diseñadora murciana crea a mano sus piezas con piedras semipreciosas, y colabora estrechamente con la socialité desde que se decidió a aportar su granito de arena a la causa de Nupa.
La subasta de Lomana
No es la primera vez que Carmen pone a la venta algunas prendas de su armario. El mes pasado sacó a subasta de la mano de Durán Arte y Subastas 41 vestidos selectos de firmas de alta costura entre las que destacaban Prada, Azzaro, Christian Dior, Valentino, Balenciaga, Gucci o Carolina Herrera. «Tengo muchísima ropa, es una forma de ser sostenible con la moda y darle otra vida a mis maravillosos vestidos», explicó entonces a este diario.