Tamara Falcó e Íñigo Onieva ya son marido y mujer. La pareja se dio el “sí, quiero” el pasado sábado 8 de julio, en una ceremonia que acaparó buena parte de la atención de la opinión pública. Su camino hacia el altar no ha sido fácil y juntos han tenido que superar un sinfín de adversidades, desde una sonada infidelidad hasta el robo de unas joyas, y aunque el final ha sido feliz, los novios casi tienen que hacer frente a un nuevo contratiempo que podría haber arruinado el día más feliz de su vida.

La ceremonia religiosa estuvo oficiada por tres sacerdotes, el padre Cruz Pérez, el padre Ángel y el padre José Luis Sánchez; y este último se llevó un tremendo susto cuando una de las velas que adornaba el altar cayó al suelo y prendió su casulla. Las llamas empezaron a consumir la prenda rápidamente, pero no hubo que lamentar males mayores gracias a Alejandra Onieva, la hermana del novio, que según han revelado varios testigos presenciales, se apresuró a apagar el fuego con sus propias manos.

Por fortuna, todo quedó en una anécdota que fue de lo más comentada en redes sociales, puesto que hay quien entiende que el incidente fue otra señal que el destino envió a Tamara Falcó para que se lo pensara un poco mejor. Sea o no así, la novia hizo caso omiso y a día de hoy ya es esposa de Íñigo Onieva.

Alejandra Onieva ha sido una de las más discretas y siempre ha manifestado su deseo de permanecer al margen de las polémicas y controversias que han rodeado la boda de su hermano. La joven se gana la vida como actriz y ha trabajado en ficciones como “El secreto de Puente Viejo” o “Alta mar”, donde conoció al modelo Jon Kortajarena, con quien mantiene una estrecha amistad desde entonces.