Así se enteró Daniel Sancho, por sorpresa, de que será condenado a muerte

La muerte de Edwin Arrieta no fue un accidente a manos de su pareja, Daniel Sancho, sino que la justicia tailandesa tiene una firme convicción de que se trata de un asesinato. De hecho, piensan que estaba todo orquestado, por lo que es premeditado, lo que explica que se haya pedido la máxima pena contra el hijo de Rodolfo Sancho. Es decir, podría enfrentarse a la pena de muerte si en el juicio las pruebas que la policía dice tener en su contra son decisivas. Se habla de un ticket de compra que refleja que compró todo lo necesario para el crimen antes de cometerlo. También unas imágenes pruebas que era él quien estaba en el supermercado adquiriendo cuchillos, sierras y bolsas de basura. Pero las evidencias se acumulan y todas apuntan a una misma dirección, él sabía lo que hacía y esto le acerca al corredor de la muerte.

Ahora bien, ¿sabe Daniel Sancho a lo que se enfrenta? Sí. El joven chef de 29 años ha estado aislado en un área médica de la prisión de Samui en la que cumple condena de forma provisional. Pero su aislamiento es tan solo por cuestiones de salud, para cumplir con los estrictos protocolos contra el coronavirus. Pero sí puede mantenerse informado, especialmente de su propio caso, tan mediático y tan en boca de todos. Es por esto que la decisión de las autoridades tailandesas de que sería condenado a muerte llegó a sus oídos antes incluso de que se lo notificasen de forma oficial por parte de sus abogados.

“Hemos consultado al fiscal sobre algunas de las pruebas y son suficientemente consistentes para acusarle de asesinato premeditado, lo que conlleva la pena de muerte. Sancho dio un puñetazo a Edwin y lo golpeó en el fregadero. Cuando estaba muerto, lo cortó a pedazos. No fue un accidente. Fue planeado”. Con estas palabras el mundo entero supo de la máxima condena que recaería sobre Daniel si en el juicio termina declarado culpable. Una cuestión de la que él fue conocedor entre rejas, no por fuentes policiales o por su abogado, sino gracias a la traducción simultánea que le realizó otro preso desde prisión.

“Habría sido otro de los presos, que sí habla el idioma del país asiático, el que le habría informado de que la policía ha dado por cerrada la investigación y ha pedido la pena capital para él. Tiene acceso a la televisión y un compañero se lo tradujo”, han asegurado desde ‘El programa del Verano’ este mismo miércoles. Una forma complicada de asimilar lo que se vislumbra en su oscuro horizonte judicial, que seguramente ya haya sido ampliamente desarrollado por su letrado, que le habrá detallado las pocas opciones que tiene para librarse de la pena capital que ya pende sobre su cuello.