Los problemas de salud deIsabel Pantoja mantienen, que se sepa, indiferentes a sus hijos, Isa y Kiko. Llevan muchísimo tiempo sin mantener el menor contacto con su madre, sus desafueros del pasado impiden, por ahora, un acercamiento que acabe con el tremendo cisma familiar. Ni la sobrinísima Anabel ha conseguido que sus primos vayan a ver a su madre desde que se conocieron los motivos que le llevaron a anular algunos de sus conciertos. Esa enfermedad que se lleva tan en secreto y de la que tan solo están al tanto su hermano Agustín y los miembros de su equipo.

Anabel se puso en contacto con sus primos y les puso al tanto del complicado momento que estaba pasando la tonadillera, pero no logró que ninguno de los dos diera su brazo a torcer y fuera a ver a su madre. Una iniciativa que cayó en saco roto y en la que la embarazada influencer había depositado grandes esperanzas de unificar a los suyos.

Una fuente cercana a Anabel nos desvela que “le duele en el alma este distanciamiento, quiere por igual a su tía y a sus primos y le gustaría que limaran asperezas y se sentaran a hablar muy en serio con vistas a normalizar la situación. No es la primera vez que intenta que acerquen posturas…”.

Mayor felicidad encuentra en su embarazo, la fuente anterior nos asegura que “se encuentra muy ilusionada y deseando que nazca el bebé. Creo que a su madre, Merchi, le gustaría verla casada con su novio David, pero me da que Anabel no está por la labor de contraer matrimonio, por lo menos, antes de que venga al mundo la criatura”.