Enfrentamiento
Ágatha Ruiz de la Prada atiza a Carmen Lomana en su nuevo libro: "¿De qué vas, qué pretendes?"
La diseñadora acaba de publicar "Todo por un plan" y dedica a la socialité casi dos páginas de uno de sus capítulos
Como el perro y el gato, como el agua y el fuego. Carmen Lomana y Ágatha Ruiz de la Prada parecen enemigas naturales, se repelen como dos polos similares sin que nadie sepa muy bien por qué. Ni siquiera ellas. Al menos, así lo asegura la diseñadora en “Todo por un plan” (La esfera de los libros), su nuevo libro recientemente publicado, entre cuyas páginas reflexiona sobre “el mal rollo contra mí que jamás he logrado entender” que parece profesarle la socialité de socialités.
La aristócrata catalana dedica a Lomana una parte del capítulo “Mis amigas y mis hijos”, y se refiere a ella como su “enemiga” o “hater particular”, una suerte de tocapelotas que De la Prada considera “muy elegante y que solo tienen las grandes influencers”.
De forma velada y entre líneas, la modista dirige sus dardos a los puntos débiles de Lomana, rescatando los sambenitos con los que tiene que lidiar desde que vive expuesta a la opinión pública.
“Con el paso de los años se fue operando y haciendo arreglitos. Hay que reconocer que se maquilla fenomenal. Poco a poco, empezó a ser conocida, pero es de justicia reconocer que tampoco ha hecho grandes méritos para la humanidad”, dice De la Prada con Sorna, señalando la supuesta obsesión de Lomana por la cirugía plástica o su escasa inclinación al trabajo.
La diseñadora intenta hacer memoria y concluye que los problemas de Lomana con ella empezaron cuando se divorció de Pedro J. Ramírez, al que se refiere como “el innombrable”. Ágatha supone que Carmen sufrió un ataque de “envidia porque me quedé con la casa de Madrid”, y en un alarde de posición social, recuerda a la socialité que “las casas de mi familia han sido siempre mucho mejores que estas que he tenido en Madrid. Yo no nací como ella en un pueblo de por ahí”.
Además, De la Prada lamenta la poca “empatía” que mostró Lomana con ella tras su divorcio, aseverando públicamente que su ex tenía “toda la razón” en lo que respectaba a la separación. “¿De qué vas, qué pretendes?”, pregunta la diseñadora.
Para cerrar esta parte de su libro dedicada a Lomana que ocupa la friolera de dos páginas, Ágatha destaca “el trabajo infinito” que conlleva levantar sus negocios, empresas de las que se siente profundamente orgullosa y que parece restregar por la cara a Lomana: “Hay que tener mucho respeto por la gente que trabaja y lo consigue”. Por último, comparte una reflexión con todo el que quiera tomarla: “Estar entretenido e ilusionado es mucho más importante que tener dinero”. ¡Eso solo lo dicen los ricos!
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