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Familia

Mery Perelló (y Maribel Nadal) salen de cuentas

En los próximos días la pareja dará la bienvenida a su primer hijo después de un embarazo complicado. Ella ha decidido esperar en casa de Maribel, hermana de Rafael

Maribel Nadal y Mery Perelló en el Masters de Montecarlo Bruno Bebert / BestimageGTRES

No ha sido, podríamos decirlo así, una dulce espera. El embarazo de Mery Perelló ha sido complicado, mucho, y solo hace unos días que recibió el alta hospitalaria, que no médica. La mujer de Rafael Nadal, tal y como informaba en agosto el periódico «Diario de Mallorca», había tenido que ser ingresada en una clínica de Palma a causa de unas complicaciones. Estaba embarazada de 31 semanas y, aunque tanto la vida del bebé como de la futura mamá no corrían peligro, los médicos se llegaron a plantear operar a la joven; sin embargo, su avanzado estado de gestación les hizo optar por la prudencia. Aun así, la directora de la Fundación que lleva el nombre de su marido tuvo que mantener reposo absoluto casi cuatro semanas, tiempo en el que el pequeño –será un niño– pudo coger peso. Mientras tanto, la polémica estaba servida, pues la no renuncia a participar en el Abierto de los Estados Unidos y las declaraciones del tenista de Manacor, que intentaba justificar su presencia en Nueva York mientras su mujer estaba ingresada y que después, tras perder, se desdijo afirmando que lo más importante era la familia, generó un ambiente raro en torno a la familia. Hoy parece que las aguas están algo más calmadas, aunque muchos detalles siguen siendo un misterio comoel silencio y la sobreproteección, la seña de identidad de los Nadal.

La cuenta atrás ha comenzado y, aunque se temía que el primer hijo de la pareja fuera prematuro, parece que nacerá felizmente a término, lo que significa que la joven podría dar a la luz a mediados de este mes de octubre. LA RAZÓN ha podido saber que hace ya una par de semanas que Mery dejó atrás la habitación Vip del Hospital Quirónsalud Palmaplanas para afrontar los últimos días de su embarazo en un entorno más anónimo. La filtración de su ingreso y algunos de los detalles que revelaron los periódicos mallorquines no sentó nada bien a la familia y se llegó incluso a contratar a una persona para intentar buscar a la garganta profunda. También se lanzaron varias informaciones diferentes a trabajadores de distintos turnos para estrechar el cerco. Pero no dieron resultado, más, teniendo en cuenta que era frecuente encontrarse con la madre y suegra de Mery Perelló en la cafetería, o con amigos como Carolina Cerezuela, mujer de Carlos Moyá, actual entrenador de Nadal y que ha estado pendiente en todo momento del estado de la futura mamá.

Rafael Nadal y Mery Perelló en una imagen de archivoGJLGTRES

No consta que Mery Perelló haya vuelto a la casa que comparte junto a Rafa en Porto Cristo a la espera de que terminen las obras de su impresionante finca sobre un acantilado, ni siquiera consta que esté ingresada en un hospital que cuente con un servicio más preparado en caso de una complicación inesperada, así que, a juzgar por los últimos movimientos del tenista manacorí y por las informaciones que aseguraban que los doctores le habían recomendado quedarse cerca de Palma, podría ser que estuviera descansando en la casa que su cuñada, Maribel Nadal, tiene en el centro de la capital balear. Un piso que Maribel habría adquirido hace algunos meses y que ha ido decorando con mimo. De hecho, es frecuente verla visitando el Zara Home del paseo del Borne junto a algunas amigas.

De fiesta en Palma

Si poco se sabe de Mery Perelló y de cómo está viviendo esta recta final, y también se desconoce el nombre escogido por la pareja (la tradición familiar hace pensar que podría llamarse Sebastián, Miquel o Rafael), sí hay constancia de lo que está haciendo el futuro papá en estas semanas. Gracias a las redes sociales, además de ver cómo supervisa el funcionamiento de su academia en Manacor, de ver cómo imparte charlas a los jóvenes deportistas que allí se forman y cómo continúa con sus compromisos publicitarios, a Rafael Nadal y sus amigos se les pudo ver el pasado fin de semana disfrutando de la fiesta palmesana en el Social Club, un local al que ya había acudido en ocasiones anteriores. Cuentan quienes estuvieron allí que el grupo, a pesar de contar con un reservado para huir de miradas indiscretas, estuvo de lo más animado sin reparar en gastos. Hay varias fotografías que circulan por redes y dan buena cuenta de ello.

Si la discreción ha sido –y sigue siendo– la nota dominante en los Nadal, conforme se acerca el momento de conocer al nuevo miembro de la familia, es también cierto que algunos de sus integrantes han hablado sobre ello. De hecho, el propio Rafa ya aseguraba que las últimas semanas habían sido «difíciles». «No estoy bien, no estoy bien», llegó a confesar, para luego tranquilizar a sus seguidores y asegurar que estaban todos más tranquilos. Sus lágrimas en la despedida de Roger Federer son la prueba irrefutable de la tensión psicológica a la que ha estado sometida el matrimonio durante estos nueve meses.

Será un gran padre

Al respecto, hace unos días, el tío del tenista, Toni Nadal, respondía a preguntas de la prensa sobre el estado de ánimo de la pareja. «Mery ha tenido que guardar reposo, pero nada especial», afirmó a la agencia Europa Press, quitándole hierro al asunto. «Y él (por Rafa) está bien, animado. Ya sabe que le falta poco y está esperando con ilusión y que todo vaya bien». También la hermana del tenista había asegurado días atrás que los futuros papás «estaban muy bien». No rechazó Toni Nadal tampoco contestar la cuestión sobre qué tipo de padre esperaba que fuera Rafa y cómo compaginaría su vida profesional con la personal. Su respuesta, una vez más, ha levantado alguna que otra polvareda, al augurar que será un gran padre pero a lo mejor no tanto como buen deportista. «Es uno de los mejores deportistas del mundo, entonces, no creo que llegue a ser uno de los mejores padres del mundo», subrayó sin pudor. Y sobre si su sobrino tiene pensado reducir el número de torneos en los que participará, el director de la Rafael Nadal Academy en Manacor afirmó con rotundidad que podría compaginarlo. «Lo hará con total normalidad, no es un tipo especial, lo hacen todos los deportistas y mucha gente. Al principio, cuando tenga que ir a Australia será duro desprenderse de su hijo y de su mujer pero al final es el precio que tiene que pagar». Todo en la línea argumental del propio Rafa, que ya dijo que no pensaba que la paternidad fuera a cambiarle la vida.

Rafa Nadal y Mery Perellólarazon

Y debe seguir pensando lo mismo a pesar de todo lo vivido pues, de momento, y a la espera de que se recupere de su última lesión, Nadal tiene previsto viajar a Buenos Aires en noviembre para comenzar una gira de exhibiciones por Latinoamérica. Por aquel entonces, y si todo evoluciona como está previsto, su hijo estaría a punto de cumplir un mes de vida y quizás no puedan celebrarlo juntos.

Sin imágenes de Mery

Que la discreción es la seña de identidad de la pareja es bien sabida y se lleva al extremo. De hecho, la noticia del embarazo no la comunicaron ellos mismos, sino que fue una revista quien, tras la publicación de unas fotografías exclusivas de Rafa Nadal y Mery Perelló disfrutando de una jornada náutica a bordo de su yate y en la que ya se apreciaban las primeras curvas pre-mamá, confirmaba los rumores. Son pocas las ocasiones en las que la mujer del tenista de Manacor se deja ver y fotografiar por los medios fuera de su ámbito laboral; las imágenes más personales suelen darse siempre cuando acompaña a su marido a los torneos y precisamente fue en la última edición de Roland Garros cuando, a raíz de su elección de vestuario, las sospechas sobre si por fin estaba en estado de buena esperanza fueron creciendo. Después de esas imágenes en bañador, ni rastro de Mery Perelló hasta que el cantante colombiano Sebastián Yatra, que en su gira por España recaló en Mallorca, publicó una imagen de la familia Nadal disfrutando de su concierto en el mes de julio. Y es esa fotografía en la que Mery ya sí presumía sin esconderse de su embarazo, la última que tenemos de ella. Tres semanas después ingresaba de urgencias en el hospital donde ha estado cuatro semanas en reposo absoluto.

Un hombre clásico en la familia

Otro de los grandes misterios y que guarda con más celo la pareja es el nombre que han elegido para su primer hijo, un niño que nacerá en el mes en el que sus padres celebrarán su segundo aniversario de bodas, un enlace en la isla de Palma que contó con la presencia de invitados de todos los ámbitos y también miembros de la familia real española como los Reyes Eméritos, Don Juan Carlos y Doña Sofía, con quien el tenista mantiene una gran amistad. Siguiendo la tradición familiar, el primogénito del tenista manacorí debería llamarse Sebastián; así se llama el padre de Rafa y otros primos. También podrían optar por ponerle el nombre de Rafael, aunque según algunas voces autorizadas, llamarse «Rafael Nadal»podría suponer una presión innecesaria sobre el pequeño. Toni o Francisco son nombres que están también sobre la mesa aunque, quién sabe; quizás Rafa y Mery Perelló rompan la tradición familiar y busquen un nombre menos convencional.