Memoria
Chipiona derrama nuevas lágrimas de dolor de Ortega Cano
El torero no aparece en el museo de Rocío Jurado
Todo son malas noticias para José Ortega Cano en esta última etapa de su vida. A la más que posible ruptura de su matrimonio se unen los desafueros familiares, el retraso en la apertura del museo homenaje que le dedicará la localidad madrileña donde reside, San Sebastián de los Reyes, y ahora una nueva y dramática decisión, porque, según declara su cuñado, Amador Mohedano, no hay la menor referencia a Ortega en el recién inaugurado museo que Chipiona ha dedicado a la que él califica como “el gran amor de mi vida”, Rocío Jurado. Sorpresa total e injusticia.
Cuando se enteró de tal agravio, el torero no pudo reprimir sus lágrimas. Se borra, se supone que por decisión de Rocío Carrasco, la hija de la más grande, una etapa muy importante de la vida de su madre, es una situación incomprensible, porque es como si la vida de la artista finalizara en 1995, año en el que comenzó su historia sentimental de la cantante y el torero.
José no ha visitado todavía el museo, se enteró de su “ausencia” por una llamada de un amigo, y fue una de las mayores decepciones de su vida. Ya le habían devuelto con anterioridad los objetos que mandó para que se expusieran en el local. Si entonces ya se agarró un gran berrinche, el de ahora no se puede explicar con palabras.
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