Los sábados de Lomana
Los sábados de Lomana: “La palabra gorda no se puede pronunciar si no quieres que te tachen de gordofóbica”
Cuando estuve en «Supervivientes» entró una persona obesa que allí perdió 40 kilos en dos meses, porque ni comía ni se inflaba a cerveza. Después de 6 años ha vuelto a ponerse igual que cuando llegó a la isla, ¿por qué? Opinen ustedes.
Desde el momento que lo vi paseando con aire chulesco entre ruinas supe que no era un buen tipo. Tuve la sensación de que esta guerra, en la que han muerto tantos civiles, estaba utilizándola para su promoción y vanidad personal. Era su papel definitivo rodeándose de personajes internacionales que le apoyaban, seguramente llevados por su buena fe. Vinieron a mi cabeza algunas opiniones recibidas de buenas amigas rusas, incluso la de Elena, una ucraniana que hace mucho tiempo vive en Marbella. Zelenski forma parte de uno de los Gobiernos más corruptos y dictatoriales, un elemento sin ninguna formación política, un payaso que se aprovechó de un momento de hartura y confusión de Ucrania para presentarse a las presidenciales y ganar. Ahí comenzó su mejor papel como actor y payaso. Mucha gente no sabe, y yo tampoco sabía, que los territorios que atacó Rusia, aunque parezca contradictorio, son pro rusos y sufrían mucha represión por parte del Gobierno actual, de la misma forma que Crimea quiso, a partir de un referéndum, integrarse en Rusia. Situándonos en estas circunstancias, soy de las que pienso que esta guerra podía haberse evitado con una buena diplomacia por parte de los dos países en conflicto. Zelenski no cedió ni un ápice y decidió convertirla en una guerra mediática donde han muerto muchísimos civiles, una verdadera masacre, y muy pocos militares. Y él siguió con su camiseta verde kaki paseándose entre ruinas con cara de circunstancias. Ahora hemos terminado de convencernos al ver el bochornoso reportaje de su mujer Olena Zelenska en «Vogue» América donde ha sido fotografiada por Annie Leivobitz, haciendo la portada con su séquito de maquilladores y estilistas. Todo muy frívolo. ¿«Vogue» intenta hacer del horror la belleza? Se habla en la entrevista de exterminio, de muchas muertes de niños y también de moda, tengo que reconocer que me supera, indigna y me revuelve lo más profundo de mi ser. Esas fotos entre las ruinas y el horror, preciosas si no fuesen ciertas, de un cinismo e hipocresía que han levantado a la opinión pública en contra haciendo de algo tan trágico «memes» que la ridiculizan. Estamos en la era de la imagen, pero hay cosas que no tienen pase y ésta es una de ellas. Esta guerra absurda que ya debiera de parar el mundo, pero que interesa a muchos, ha desestabilizado a Europa y su economía. La ha puesto frente al espejo de su fragilidad dando la oportunidad a muchas personas y países para demostrar su solidaridad y bondad ante una guerra que debe terminar sin más dilación. ¿Las fotos demuestran valentía y realismo? No, yo veo en ellas hipocresía, cinismo, oportunismo... teatro. Eso me trasmiten.
De la misma forma que me trasmite cinismo el cartel publicado por el Ministerio llamado de Igualdad que han inventado para colocar a la compañera de Pablo Iglesias y sus amigas. El cartel de marras, recordando a los «afiches» publicitarios de los años 50 con mujeres muy gordas (perdón), palabra que nunca debe pronunciar si no quieren que te acusen de gordofóbicos, felices en la playa, ¿por qué no iban a estarlo? Reivindicando que el verano es suyo. Pues claro ¡y de todos! No he visto en ninguna playa del mundo un cartel en el que aconsejen el peso indicado para disfrutar de ella. Pero eso sí, les han hecho a todas las modelos photoshop para quitarles la celulitis y están encantadas y felices. Otra mamarrachada más para despilfarrar nuestro dinero en cosas banales que en nada ayudan a los verdaderos problemas de muchas mujeres y que a este Ministerio le ha costado la denuncia de una de las modelos por utilizar su imagen sin permiso. Estar gordo o delgado depende de tus hábitos alimenticios y punto. Cuando estuve en «Supervivientes» entró una persona obesa que allí perdió 40 kilos en dos meses, porque ni comía ni se inflaba a cerveza. Salió hecho un pincel. Después de 6 años ha vuelto a ponerse igual que cuando llegó a la isla, ¿por qué? Opinen ustedes.
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