A subasta, el vestido que Rocío Jurado no llegó a ponerse en su boda con Ortega Cano

Tres vestidos tenía preparados Rocío Juradopara su boda con José Ortega Cano, hace 26 años. Sin embargo, uno de ellos no llegó a ponérselo. Gracias al homenaje de “la más grande” que hizo Sálvame el pasado martes, la audiencia pudo conocer la existencia de este desconocido vestido, de la mano de su diseñador.

Ha sido el propio modisto Carlos Arturo Zapata quien ha querido traer esta “joya” que tenía guardada desde entonces en su casa de Cali, en Colombia, para hacerle su particular homenaje. Después de tantos años conservándolo, ha decidido que la mejor opción era subastarlo y donar el dinero que consiga con ello a la Fundación Aladina, tal y como anunció en “Sálvame”. La Fundación Aladina no solo acompaña en los tratamientos a los más pequeños cuando sufren cáncer, sino que ademássegún Carlos Arturo Zapata desarrollan una labor que cree que Rocío Jurado secundaría.

La manera de participar en esta subasta virtual es uy sencilla. Tan solo hay que hacerlo a través de este enlace. La puja se inició este viernes a las 16.00 horas con un precio de salida de 400 euros y terminará este lunes, 20 de diciembre a las 19.20 horas.

Rocío Jurado y José Ortega Cano se casaron un 17 de febrero de 1995, hace 25 años, en Yerbabuena. “La boda del mataor y la folclórica es un acontecimiento sentimental que responde a una mitología popular tan enraizada en nuestra idiosincrasia que sobrevive a la modernidad europeísta del fin de siglo”. Así describían en el progra “Informe Semanal” la boda del año, junto a la de la Infanta Elena. La de La Jurado y Ortega Cano era una de las más brillantes en una larga estirpe de uniones entre tonadillera y torero: Pastora Imperio y Rafael Gómez El Gallo, Concha Piquer y Antonio Márquez, Conchita Márquez Piquer y Curro Romero, Paquita Rico y Juan Ordóñez, Isabel Pantoja y Francisco Rivera antes, y Javier Conde y Estrella Morente después, se habían encargado de afianzar un concepto que parecía sacado de una copla. La boda de Jurado con un torero consolidó aún más su leyenda porque la más grande es el paradigma de la cantante popular española de nuestra era, que “resume toda la historia de la copla y la amplía hasta hacerse eco del gran arte flamenco”, como escribe Terenci Moix en “Suspiros de España”.