Covadonga O’Shea: “Siempre he pensado que la capacitación y el empleo abrirán oportunidades únicas a las mujeres”

Covadonga O´Shea es un referente en el mundo de la moda. Durante casi tres décadas se dedicó al mundo de la comunicación, liderando publicaciones de moda, para comenzar después otros proyectos empresariales que le llevaron a crear una escuela universitaria de negocios de moda -ISEM Fashion Business School- y una consultora de moda, O´Shea & Moro. Estos últimos años, a través de la Fundación del Valle, trata de “contribuir a que muchas jóvenes logren alcanzar sus sueños, a través de la capacitación y el empleo”.

Fundación del Valle trabaja desde hace más de 30 años con mujeres y jóvenes impulsando proyectos educativos que favorecen, entre otros ámbitos, su empleabilidad.

Covadonga O’Shea, periodista y fundadora del Máster ISEM Fashion Business School, nos muestra su trayectoria profesional y el apoyo a algunas causas sociales.

¿Cómo fueron sus comienzos profesionales?

Estudié Periodismo en laUniversidad de Navarra. En clase éramos muy pocas chicas y no era frecuente que una mujer trabajara en el mundo de la prensa, como mucho en las páginas dedicadas a la mujer… pero yo quería llegar a ser una gran profesional. Siempre me gustó mucho viajar y aprender de otras culturas, hasta soñé en ser corresponsal de guerra.

La moda poco a poco ha ido ocupando un lugar central en su recorrido profesional, ¿Cómo fue ese proceso?

En las revistas en las que colaboré, la moda siempre tuvo un espacio principal. Nos dirigíamos a una mujer que quería conocer la actualidad, saber lo que se lleva en ropa y tantos otros aspectos. Para cubrir bien la moda había que viajar a París, Milán, Nueva York…, acudir a la presentación de colecciones y entrevistar a los grandes diseñadores, como Armani, Galliano, Valentino. Esas actividades me han permitido conocer la moda desde dentro y, podríamos decir, ser testigo de su evolución. La moda es un negocio enorme, de grandes dimensiones. Desde que se crea un diseño hasta el consumidor final hay un proceso, un largo recorrido que va de la creatividad a la producción industrial, sin olvidar la comunicación. Por eso comencé a interesarme por aquellos profesionales capaces de unir el talento con la gestión empresarial: qué fórmula habían seguido, cuál era su palanca, su punto fuerte… Poco a poco se fraguó la idea de apoyar la profesionalidad en los estudios de moda.

¿Qué le movió al lanzamiento de ISEM Fashion Business School?

ISEM fue el punto de llegada de un proceso en el mundo educativo. Fue un proyecto que nació con vocación de excelencia internacional. Había muchos universitarios con un afán de formarse para ser profesionales de esta industria imprescindible, que responde a una necesidad básica de la persona, el vestirse. Por eso, junto a una fuerte formación empresarial, en ISEM apostamos desde el principio por asignaturas que formasen también culturalmente y dieran más claves sociales, e incluimos Antropología, Sociología, Arte.

Hay una faceta de su vida que también es conocida, se le ha visto siempre al lado de causas sociales, de proyectos que de un modo u otro tienen repercusión positiva en la vida de la gente y especialmente de mujeres con menos oportunidades ¿Cómo surge ese interés?

Contribuir a mejorar la sociedad y, especialmente fomentar las oportunidades de empleo para las mujeres, es algo en lo que siempre he estado comprometida. A veces basta con dar visibilidad a una iniciativa y puede hacerse a través de los periodistas, pues hay mucha gente que está deseando ayudar a quien realmente lo necesita, otras veces hay que ponerse manos a la obra e implicarse uno mismo ¿por qué no?

Usted colabora activamente con la Fundación del Valle y forma parte de su patronato de honor ¿qué es y qué fines promueve esta Fundación?

La verdad es que tengo una larga relación con la Fundación del Valle, por la que siento un cariño especial. Tiene su sede en Madrid y trabaja desde hace más de 30 años en Asia, África, América y Europa, promoviendo la empleabilidad en mujeres y jóvenes desfavorecidos.

Es sorprendente ver que las mujeres se siguen enfrentando a los mismos desafíos: falta de derechos, poco reconocimiento social, pobreza, hambre... Salir de ese círculo es posible con una primera ayuda para capacitarse y lograr empleo.

Fundación del Valle colabora con programas de Becas de Estudio para Niñas en LATAM y llega a 3000 niñas cada año. También impulsa el aprendizaje de 600 microempresarios, de los cuales 60% son mujeres. Durante el Covid se ha lanzado “Proyéctate”, un programa para la empleabilidad para mujeres de escasos recursos en el barrio de Arganzuela en Madrid.

¿Has podido comprobar el impacto social de estas iniciativas?

Sí, hay una que me ha parecido apasionante y en la que la Fundación del Valle está trabajando desde hace unos 20 años. En 2001, el patronato se entusiasmó con la creación de un centro educativo en la zona Sur de Madrid, Fuenllana.

Comencé a colaborar al pensar en la proyección social futura de tantas mujeres que saldrían de esas aulas con una enseñanza de calidad, que les capacitaría para conseguir un empleo digno. A día de hoy, el área de patronaje ha alcanzado un gran desarrollo donde participan profesionales y alumnos y del que surgen muchas oportunidades.

Siempre he apoyado la empleabilidad de la mujer y, más aún en casos de situaciones desfavorecidas. Fundación del Valle desarrolla múltiples proyectos con este objetivo y por eso he prestado mi ayuda durante tantos años.

Covadonga, muchas gracias por su tiempo. Me ha encantado entrevistarle. Que sigan todos sus maravillosos y merecidos éxitos.