Eduardo Galán: «Tenemos la juerga en la sangre»

–«Hombres de 40». La crisis de valores, la crisis económica, la crisis de la UE, la crisis de los 40... ¿Esta vida es una continua crisis?

–En parte, sí. Las crisis sirven para hacernos ver nuestra condición, para advertirnos de lo poco importantes que somos.

–Para decirnos que no somos nada, vamos.

–Casi nada.

–Dado que envejecemos más tarde, ¿la crisis de los 40 no habría que trasladarla a los 50 o 60?

–No. A los 40 se produce la desorientación: se duda de las ideas de siempre y comienza la búsqueda de otras.

–Empezamos a ponernos nerviosos...

–Sí. Yo llevé mal la crisis de los 40: cambié de casa, de mujer y de oficio.

–Los protagonistas de su comedia heredan un viejo gimnasio: unos lo quieren vender y otros, no.

–Familia que hereda, bronca segura. Lo sé por experiencia.

–Las mujeres son más maduras que los hombres, dice. Halagar a las mujeres también es una forma de machismo...

–No en mi caso. Creo sinceramente que son mejores que nosotros.

–Llega la crisis de los 40 y encima te mandan al paro. ¿Un consejo?

–Sentido del humor.

–El Papa Francisco dice que querría una Iglesia pobre para los pobres. ¿Hay que hacer un teatro para pobres?

–El teatro profesional es para las clases medias y burguesas. Hombre, se podría hacer el Día del Parado y bajar los precios.

–¿En España tendemos a la autoflagelación, como dice Ana Botella?

–La autoflagelación no es cosa de latinos. Tenemos la juerga en la sangre.

–¿Qué escándalo actual le atrae por su teatralidad?

–Todos los escándalos actuales son tan teatrales que resultaría imposible mejorarlos trasladándolos al escenario.

–Ya, nada puede superar a un telediario...