De los diamantes en Extremadura al té orgánico: el plan b de Leonardo DiCaprio

Leonardo DiCaprioha elegido la localidad extremeña de Trujillo para promover su proyecto de factoría de diamantes. El sol y la tecnología fotovoltaica han sido determinantes para que la empresa del actor, Diamond Foundry, se fije en Extremadura para el cultivo de este mineral. “La disponibilidad de energía solar es muy alta en Extremadura y queremos que nuestra fundición se alimente con energías renovables”, responde Martin Roscheisen, cofundador y director ejecutivo de Diamond Foundry, a El País, sobre el motivo que les ha llevado a elegir Extremadura.

El objetivo es levantar una factoría de alrededor de 30.000 metros cuadrados, en el polígono de Arroyo Caballo, donde se instalarían los reactores de plasma, que funcionarán las 24 horas del día, además de desarrollar una planta solar de 120 megavatios y la infraestructura de almacenamiento, con una potencia de otros 60 megavatios, cuya ubicación concreta aún está por determinar.

La participación de DiCaprio, en 2006, en la película Diamantes de sangre ha sido determinante para que el actor se haya querido involucrar en el proyecto. Los diamantes que fabrica Diamond Foundry se destinan no solo a la joyería, sino también a actividades industriales. “Produciremos chips de cristal de diamante”, señala Roscheisen. Estos chips “se pueden utilizar para hacer que los semiconductores sean más eficientes”. Además, “una fracción de la producción también se destinará a la llamada industria del diamante de nivel medio, grandes compradores en la India que sirven a todas las industrias que necesitan diamantes, incluida la joyería”, explica el director ejecutivo.

Pero además, desde 1988, el actor ha invertido gran parte de su tiempo en su propia fundación The Leonardo DiCaprio Foundation, la cual trabaja en pro de la salud y el bienestar de los seres vivos, y con ayuda de colaboradores, crean proyectos innovadores que protegen especies en peligro de extinción, y al mismo tiempo contribuye con el equilibrio del ecosistema y las comunidades amenazadas.

Además de ser actor y defensor del medio ambiente, también es empresario. Ha invertido en empresas de comercio justo como Runa, una marca que distribuye tés orgánicos y bebidas energéticas naturales hechas a base de una planta originaria de Ecuador llamada guayusa. Alrededor de 3 mil familias indígenas la cultivan y la empresa las contrata directamente. El objetivo es asegurar el futuro de estas comunidades.