Sevilla
Cayetana será la estrella del enlace de los Colonques
Volvieron de Sevilla, donde no perdieron la silla. Se centran ya en el bodón valenciano de la guapísima María, hija del dueño de Porcelanosa, Manuel Colonques, a quien suele verse por el restaurante «Casa Lucio» o su sucursal, el ahora remozado «Landó». Brilla como la casa fundadora de una saga gastronómica que ya es hito en el Madrid de los Austrias, que debería llamarse de los Borbones (¡qué poco sentido de la fidelidad histórica!). Sevilla la perdió con el anterior alcalde, un Monteresín que, más pendiente de quedar bien con la panda, se olvidó de conservar la monumentalidad de una ciudad tan hermosa y relimpia, algo que envidiará la regidora Ana Botella, porque en eso Madrid no es espejo de virtudes.
Continúa el mentidero y se comenta «sotto voce» la relación de Marilé Zaera, que no fue la representante de relaciones públicas espléndida que ahora pretenden, aunque hacía buenos oficios como mediadora, con la ex esposa de César, el hijo cocinero del añorado José Luis, autor de las mejores tortillas de patata que se recuerdan en el tapeo matutino. De eso sé un rato. Como del increíble pitorreo que causó el informe de campaña de Kitín Muñoz en su último posado para la revista «¡Hola!», donde Kalina de Bulgaria evidenció que está a años luz del entorno que la vio nacer. Tiene un estilo personalísmo inencontrable en cualquiera de las princesas al uso. Mientras Kitín y Marilé bailaron al son del tantán ya languideciente, en Madrid crece el interés sobre el próximo enlace en el que se preguntan si Isabel Preysler cobrará por realzar bajo su traje de Armani el enlace de María Colonces.
Se sabe que estará la plantilla habitual de los reportajes siempre bien retribuidos de la firma, por lo que no y en el que no faltarán ni Cayetana, ni un Cayetano que en Reyes anunciará su vuelta al ruedo ni su novia, la risueña Eva González. Curro Romero se mostrará menos reacio al alterne y acudirá con Carmen Tello porque son íntimos del ladrillero castellonense y están relajados al considerar que Valencia monta todo con un regusto de espectacularidad fallera. Acaba de verse en el aniversario miaja cursilón de Cristina Yáñez, buen reflejo a lo relamido que diseña apoyada en Palomita Cuevas, que ahora aún deslumbra más vestida por Rosa Clará. A la boda acudirán seiscientos invitados, pero no veremos a Carlos de Inglaterra ni a ninguno de sus hijos. Son de los que no tragan superando así la comercializada etapa de Sarah Ferguson. Con estas cosas se divierte la Corte haciendo especulaciones sobre lo que une comercial mente a Marilé Zaera y Kay y por qué las apoya García Revenga, el secretario de la Infanta Elena.