La relación de Trump y el príncipe William que saca de sus casillas al príncipe Harry

El pasado sábado 7 de diciembre París acogió a buena parte de la élite mundial -con la inexplicable ausencia de representación española- en la reinauguración de la catedral de Notre Dame cinco años después de que fuera arrasada por las llamas. Entre los nombres más vip que allí se dieron cita se encontraba el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reelegido en las pasadas elecciones, y el príncipe Guillermo, con quien demostró una buena sintonía que sorprendió al mundo.

Tras la ceremonia, los dos hombres se reunieron en la residencia del embajador de Reino Unido en Francia, y aunque se trataba de un encuentro privado del que no han trascendido muchos detalles, de las palabras de Trump se entiende que fue de lo más amigable. Antes de hablar en privado, el líder republicano se dirigió a los periodistas: “¡Un buen hombre, este”, haciendo un gesto a William. “Está haciendo un trabajo fantástico”, añadió. El príncipe respondió con una sonrisa.

Las reacciones a este breve encuentro parisino han sido muy positivas y en Reino Unido ya hablan del príncipe William como “nuestra arma secreta para cortejar a Trump”, titula “Daily Mail”, una posición que de seguro no sentará nada bien a su hermano, el príncipe Harry.

Los halagos que Trump dirigió a William no tienen su igual en el que caso del pelirrojo, al que el político ha lanzado varios ataques públicos desde que se mudó a Estados Unidos con Meghan Markle en 2020.

De hecho, incluso ha cuestionado su residencia en el país, arrojando la posibilidad de que Harry hubiera mentido en la solicitud de su visado, donde se pregunta expresamente si se han consumido drogas en el pasado, supuesto que el príncipe confirmó en “Spare”, sus memorias. Hechos por los que Trump asegura que a cualquier otro ciudadano se le hubiera declinado el permiso de estancia.

La animadversión es mutua, y aunque mucho más discretos y con un tono más medido, los Sussex se han mostrado muy próximos al partido demócrata de Estados Unidos en los últimos años, cercanía que irritó aún más a Trump.

Las buenas migas que el republicano y William han demostrado públicamente podrían entenderse como otro ataque velado a Harry y Meghan. Que su hermano mayor se posicione tan próximo a un hombre que ha echado sapos y culebras sobre él y su esposa no ha sentado nada bien a Harry, y aleja todavía más la posibilidad de que puedan limar asperezas, todo en un momento en que justo se cumplen dos años desde que los Sussex arrojaron toda clase de bombas contra la Familia Real británica en su serie documental de Netflix, “Harry y Meghan”.