El pasado 16 de enero, los Reyes Juan Carlos I y Sofía se reencontraron en Atenas por el funeral del hermano de la emérita, el Rey Constantino de Grecia, y buena parte de la familia de don Felipe VI se dejaba ver por la capital helena: las infantas Elena y Cristina, los hijos de ambas y el jefe de Estado junto a su mujer, doña Letizia. Solo faltaron sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Por primera vez en varios años se producía ante los medios de comunicación un reencuentro histórico para la Corona española.

Un mes después, este 18 de febrero se ha llevado a cabo un funeral íntimo y familiar para honrar y recordar al Rey Constantino. Una ceremonia que, por supuesto, la Reina Sofía no ha querido perderse, y ha regresado a Atenas acompañada de sus inseparables hijas, las infantas Elena y Cristina, y por su hermana, Irene de Grecia. Muy cariñosa y de riguroso luto, la esposa de don Juan Carlos I ha saludado a todos los medios de comunicación presentes en las exequias, y sonreía por el apoyo que recibía a modo de aplausos.

De nuevo, la Catedral Metropolitana se ha convertido en el escenario de este funeral al que solo asiste la familia más cercana para recordar al último rey de los helenos. Tras esta ceremonia, la Familia Real griega invitará a los asistentes a una comida y un café en el centro cultural de la Fundación Stavros Niarchos.

Fue el pasado 10 de enero cuando el Rey Constantino fallecía a los 82 años de edad después de llevar varios días ingresado en la unidad de cuidados intensivos por insuficiencia respiratoria. Durante los últimos tiempos, había sufrido problemas de salud. En 2016, fue ingresado por sufrir una crisis isquémica y, pocas semanas después, volvía a ser hospitalizado por contraer covid. Todo esto afectó a sus problemas respiratorios y cardíacos, además de sus problemas de movilidad.