Rania de Jordania sufre el síndrome del nido vacío y se confiesa en un tierno mensaje

Rania de Jordania está atravesando por las distintas fases del duelo que marca el síndrome del nido vacío. Sus polluelos ya han emprendido el vuelo y viven lejos de su protección, lo que es duro de aceptar para una madre, por mucha condición real que se tenga. Aun así, se mantiene muy cerca de sus vástagos, especialmente de sus hijas, Imán y Salma, con las que mantiene un vínculo muy especial. Una relación privilegiada de la que ha presumido ahora en sus redes sociales, a través de un emotivo mensaje de felicitación por sus respectivos cumpleaños, los cuales tienen lugar este martes 26 de septiembre.

“¡Todo mi corazón! Feliz cumpleaños a mis dulces hijas. Os quiero más y más cada día”, escribía la mujer del Rey Abdalá de Jordania, que quiso dejar patente la fuerte relación que mantiene con sus niñas, a pesar de que son ya unas mujeres. Salma cumple 23 años, mientras que su hermana mayor Imán sopla las 27 velas en su pastel. Se llevan cuatro años y un día, pero junto a su madre son las mejores amigas y fieles confidentes, como así se ha preocupado en hacer ver en diversas ocasiones la propia Rania de Jordania.

La fotografía elegida por la madre no es casual. En ella, Rania aparece con un exclusivo vestido en tono celeste con pedrería bordada, abrazando a sus pequeñas, aunque ya han salido de la adolescencia. Las tres miran a cámara sonrientes, pues estaban en un día importante para la familia. La foto fue captada durante la fiesta de la henna en honor a Rawja Al Said, días antes de su boda con el príncipe Hussein. Una celebración que supuso la entrada oficial de la joven princesa al clan, aunque ya habían tenido oportunidad de estrechar lazos antes.

Nuevos miembros llegan a la familia, pero otros se van, aunque sea solo para disfrutar de cierta independencia. Es el caso de Imán, la hija mayor, que el pasado mes de marzo se casó con Jameel Alexander Thermiotis. Ha comenzado una nueva vida alejada de la protección de sus padres. Ella es la que más se parece a su madre, mientras que en cuanto a personalidad y carácter es Salma la que es digna heredera de Rania de Jordania. “Es aterrador lo rápido que pasa el tiempo. Como padres tenemos el deber de cuidar a nuestros hijos hasta que crezcan y estén listos para la vida”, decía en una entrevista cuando su hijo pequeño, Hashem, se casó y abandonó el hogar familiar. Poco a poco va viendo el nido más vacío, aunque siempre podrá presumir de tener un vínculo especial con sus princesas.