Aniversario
Una pelea "a puñetazos" y una resaca terrible: lo que no se vio de la boda de los Reyes Felipe VI y Letizia
Hoy se cumplen 20 años desde que el entonces príncipe de Asturias y su prometida se dieron el "sí, quiero" en la Catedral de la Almudena
Este miércoles 22 de mayo se cumplen 20 años desde que los Reyes Felipe VI y Letizia se convirtieron en marido y mujer. Sellaron su amor en la Catedral de la Almudena ante miles de personas y otros tantos millones de espectadores que siguieron la ceremonia a través de sus televisores. La expectación era máxima no solo porque al fin se celebraba una boda real en Madrid tras casi un siglo, sino porque se trataba del enlace de los por aquel entonces futuros monarcas.
Fue una jornada repleta de dicha para toda la familia, y aunque de cara a la opinión pública todo fue perfecto, lo cierto es que, como ocurre en todas las bodas, algunos invitados estuvieron a punto de fastidiar el gran día de don Felipe VI y doña Letizia. Uno de ellos fue Ernesto de Hannover, conocido entre la prensa europea por sus fiestas salvajes y debilidad por las bebidas espirituosas. Como miembros de una de las dinastías más importantes del Viejo Continente, él y su entonces mujer, Carolina de Mónaco, estaban invitados al regio enlace, pero la sorpresa fue mayúscula cuando la puerta del coche se abrió y tan solo bajó ella.
El día anterior a las nupcias tuvo lugar una fiesta a la que sí acudió con su esposa. La hermana de Alberto y Estefanía de Mónaco fue una de las más elegantes y confió en su marca fetiche, Chanel, con un vestido bicolor que reunía todo lo necesario para brillar: gasa, lazos de raso y plumas. Sin embargo, su pulcra presencia se vio algo deslucida por su marido, que no supo controlarse y aprovechó su estancia en Madrid para escaparse a la discoteca Joy Eslava. Quienes le vieron ese día aseguran que presentaba un alto grado de embriaguez, y era tanta la resaca que sufría el día de la boda que tuvo que ausentarse.
Pero no fue Hannover el invitado que peor se portó en la boda de los Reyes. Víctor Manuel y Amadeo de Saboya se llevaron la palma al protagonizar una violenta pelea que terminó con el mismísimo Rey Juan Carlos I interviniendo para separarlos, una escena bochornosa que Jaime Peñafiel narra así en una de sus columnas de opinión:
"Otros dos príncipes, Víctor Manuel de Saboya y su primo Amadeo de Saboya se enzarzaron a puñetazos en plena Zarzuela adonde habían acudido junto a otros invitados más íntimos del Rey para una cena después de la boda. Ambos príncipes son de siempre pretendientes al trono de Italia. Don Juan Carlos que intentó separarlos exclamó con tristeza: '¡Nunca más!'".
A pesar de estos incidentes, don Felipe VI y doña Letizia recuerdan este día como uno de los más felices de sus vidas, junto con los nacimientos de sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía, quienes dentro de unos años nos darán nuevas bodas reales -si así lo desean-.
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