Irene Urdangarin ha vuelto a España para disfrutar de unos días junto a su familia. La joven, que alcanzó los 18 años el pasado 5 de junio, reside en Ginebra desde hace años y ha decidido quedarse allí tras concluir sus estudios. Ahora, realiza labores de voluntariado como parte de un año sabático antes de decir cuál será su siguiente paso académico.

Su viaje a la tierra que la vio nacer se produce muy pocos días antes de que la princesa Leonor jure la Constitución española ante las Cortes y, posteriormente, celebre una fiesta en el Palacio de El Pardo a la que acudirá buena parte de su regia familia, incluidas sus tías las infantas Elena y Cristina y algunos de sus primos. Teniendo en cuenta la visita de Irene Urdangarin, no sería extraño que ella fuera una más en la lista de invitados, habida cuenta, además, de la buena relación que guarda con la heredera.

Muy discreta y contraria a los focos, la joven no ha podido evitar ser apresada por las cámaras en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid-Barajas, pero lo cierto es que ha solventado la situación con una muestra de educación. Parece que ha tomado el ejemplo de su hermano Pablo, el único nieto de don Juan Carlos y doña Sofía que responde a las preguntas de la prensa, y aunque algo tímida y escueta, Irene ha señalado que “todo está bien” en su familia.

De hecho, ha dejado claro que sus únicos planes en España son “estar en familia”, demostrando una vez más lo unida que está a sus hermanos y sus primos. De hecho, ha manifestado con un breve pero significativo “sí” que apoya al máximo a Victoria Federica de Marichalar en su nueva faceta de influencer. Por cierto, esta última no podrá unirse al resto de sus primos durante la fiesta de la princesa Leonor porque tenía agendado un viaje de trabajo a Perú que le ha resultado imposible cancelar.