Realeza

Así ayudó el Rey Juan Carlos I a Ana Obregón en la lucha contra el cáncer de su hijo Aless

La actriz revela esta inesperada anécdota entre las páginas de su libro, "El chico de las musarañas"

El Rey Juan Carlos I
El Rey Juan Carlos ILavandeira jrAgencia EFE

Por si Ana Obregón no había conseguido acaparar suficiente atención pública a consecuencia de la gestación subrogada de su nieta, fruto de la carga genética de su hijo Aless, fallecido hace tres años, la publicación de "El chico de las musarañas" no ha hecho otra cosa que desviar todavía más el foco mediático hacia ella. Se trata de un libro que empezó a escribir su primogénito y que ella terminó tras su muerte, en el que narra los duros momentos que vivió durante la enfermedad que quitó la vida al joven.

En su búsqueda desesperada de un tratamiento que hiciera efecto, la familia entera se trasladó a Estados Unidos y allí pasaron una larga temporada. El problema llegó cuando venció el permiso de viaje, que dura 90 días, y a Ana Obregón no le daban cita para renovarlo hasta dentro de varios meses. Un contratiempo burocrático que contó con la ayuda de un inesperado héroe: el Rey Juan Carlos I, según narra la actriz en el mencionado libro. "Dado, nos van a deportar y no curaremos a nuestro hijo. Por favor, llama a Felipe, para algo eres su primo, no estoy pidiendo un favor ni cometer un delito, solamente adelantar una cita para que nos den un permiso", pidió la artista a su expareja y padre de su hijo, Alessandro Lequio.

Portada de "El chico de las musarañas"
Portada de "El chico de las musarañas" HarperCollins

Seguramente atendiendo sus importantes asuntos como jefe de Estado, el Rey Felipe VI no dio respuesta al llamamiento de la familia, así que Lequio optó por pedir ayuda al emérito. "El rey Felipe tardaba en contestar. Al final Alessandro llamó a su tía Olimpia, prima hermana del rey Juan Carlos, que se puso en contacto con él y al Rey emérito le faltó tiempo para ayudar a una madre desesperada por salvar la vida de su hijo. Por eso le estoy infinitamente agradecida y no lo olvidaré jamás", recuerda la bióloga.

No es este el único episodio llamativo que Ana Obregón cuenta en el libro. La actriz se abre en canal y profundiza en el inmenso dolor que sufrió tras la muerte de su hijo, tanto que llegó a intentar quitarse la vida:

"Salí al balcón. Un séptimo piso, la decisión era firme. Me empiné sobre la barandilla que no era muy elevada. Saltar hacia el abismo era mi única opción para seguir viviendo". Por fortuna, Alessandro Lequio pudo frenarla y la historia de esta familia no terminó en otra tragedia.