Marcados por la tragedia
Así son los tres hijos supervivientes de la infanta Pilar: Simoneta, Bruno y Beltrán
El próximo 8 de septiembre tienen la difícil tarea de decir adiós a su hermano Juan, como así hicieron cinco meses atrás con Fernando
La Familia Real acapara siempre todas las miradas, pero también sus colaterales, su familia estrecha sin deberes ni responsabilidades institucionales con la corona. Sin embargo, los Gómez-Acebo y Borbón llevan una dura temporada cosechando titulares por trágicas circunstancias, como así fue en 2020 con la muerte de lainfanta Pilar de Borbón. Este hito marcó el principio de una serie de varapalos que les ha obligado a refugiarse en sí mismos y hacer piña ante las adversidades, que no cesaron de llegar. Las más duras son las pérdidas de Fernando Gómez-Acebo, el pasado 1 de marzo a consecuencia de problemas respiratorios, y la de su hermano Juan Gómez-Acebo, el pasado 12 de agosto a los 54 años víctima de un cáncer. La familia se ha resquebrajado por completo y están sumidos en la tristeza. Desde que falleció la hermana del Rey Juan Carlos todo han sido malas noticias, agravado ahora con la muerte de dos de sus cinco hijos con tan solo cinco meses de diferencia.
Con ello, se han quedado huérfanos Simoneta, Beltrán y Bruno, que el próximo 8 de septiembre volverán a reunirse para despedirse de su hermano Juan. En un principio, la misa funeral estaba prevista para el 15 de agosto, pero al coincidir con el viaje del Rey Felipe VI a la República Dominicana se consideró oportuno aplazar el último adiós. Ahora, el vizconde de la Torre será enterrado en el panteón familiar del cementerio de San Isidro de Madrid, celebrándose la misa en la Iglesia Castrense. Allí veremos a los tres hermanos presentando un frente unido en las primeras bancadas del templo, arropados por familiares y amigos.
Así son los tres hermanos Gómez-Acebo
Así lo hará Simoneta Gómez-Acebo, la primogénita de la infanta Pilar y Luis Gómez-Acebo, además de la más mediática. Con grandeza de España y tratamiento de excelentísima señora, la mayor del clan, nació el 28 de octubre de 1968, por lo que ya tiene 55 primaveras. Como buena Borbón, ha sentido siempre una predilección por el deporte, siendo la hípica su gran pasión. Pero también se siente atraída por el arte, lo que le hizo formarse en Reino Unido cuando acabó el bachillerato en Madrid. Su sensibilidad y amplios conocimientos en la materia le hizo trabajar en la casa de subastas Sotheby’s, así como a los servicios de la firma de joyería Cartier, en calidad de relaciones públicas. Aunque trata de pasar desapercibida, es un rostro afín para el público por su estrecha relación con sus primos. También por motivos propios, como así fue cuando en 1990 fue la protagonista de la primera gran boda real en España tras el franquismo, con Palma de Mallorca de telón de fondo y José Miguel Fernández Sastrón como compañero en el altar. Se juraron amor eterno, pero les duró tan solo 19 años, aunque fruto de ellos nacieron sus tres hijos: Luis Juan, Pablo y María de las Mercedes.
Al lado de Simoneta estará su hermano pequeño, Bruno, quien podría considerarse de los más discretos, aunque su proximidad a la Corona le ha reservado muchas veces un hueco destacado en los titulares. Así fue cuando llegó al mundo, el 15 de junio de 1971, o cuando se casó en 2002 con Bárbara Cano, con la que aún continúa formando matrimonio 22 años después. Y es que él es el único de los cinco hermanos que no ha disuelto su matrimonio y se ha divorciado. Padre de tres hijos, Alejandro, Guillermo y Álvaro, ha logrado que la atención mediática se desvíe de su familia y repare en otros, aunque no siempre le ha sido fácil esquivar los titulares. Así sucedió por ejemplo cuando su primo, Luis Alfonso de Borbón le demandó por impago de la residencia que le tenía alquilada por 3.500 euros al mes. Al final la justicia medió y condenó a Bruno a pagarle a su primo más de 100.000 euros, entre lo adeudado, los intereses y las costas del juicio. Ahora su nombre regresa a la actualidad por la dolorosa muerte de sus hermanos, con solo cinco meses de diferencia.