Constantino II, hermano menor de la reina Sofía y último rey de Grecia, ha fallecido a los 82 años en una clínica privada de Atenas, casi una década después de regresar a su país natal tras 46 años en el exilio. Junto al exmonarca se encontraba desde hace días toda su familia, incluidas doña Sofía y doña Irene, quienes habían acudido desde España para estar junto a él en sus últimos momentos de vida.

Durante años Constantino, Ana María de Grecia y los hijos fueron un apéndice de la Familia Real. Pasaban las navidades todos juntos en el palacio de la Zarzuela y los niños recibían a los Reyes Magos en el Ayuntamiento, que en aquellos años estaba en la plaza de la Villa, en el corazón de Madrid. Eran fechas felices que se repetían en verano en Palma. Allí se unía la princesa Irene, que de los tres hermanos griegos, siempre fue la más independiente y vivía siempre a su aire entre tres países: la India, España y Grecia.

Con el tiempo estas estancias se fueron diluyendo. Los hijos se fueron haciendo mayores y con el tiempo los nietos. «Los griegos», como se les llamaba en el ambiente de Zarzuela, siempre tuvieron su lugar en la familia de España. Y el rey Constantino siempre mantuvo una relación muy cercana con Don Juan Carlos. Y era habitual que formaran grupo de diversión en Palma, al que se unía el príncipe Tchokotoua, con el que el ex rey griego hizo buenos negocios. Los que le trataron en aquellos veranos le definían como un hombre poco accesible y un tanto arrogante en el trato. Todo lo contrario a su mujer Ana María que, a pesar de lo que se contaba desde hace años, siempre tuvo una excelente relación con su cuñada. Doña Sofía, al ser la mayor de los tres, fue la protectora de los otros hermanos una vez que falleció la reina Federica, a la que en Grecia se la consideraba la peor consejera que tuvo el hoy rey fallecido.

Reinado breve

Subió al trono muy joven y su reinado duró del 6 de marzo del 1964 al 29 de junio de 1973. Su breve reinado estuvo marcado por la inestabilidad política. Una etapa complicada que no supo manejar. Su apoyo al golpe militar de los coroneles sentenció su futuro. La junta militar depuso al gobierno democrático y el rey juró fidelidad a un gobierno ilegal.Con la vuelta a la democracia llegó el exilio y el pueblo soberano, a través de un referéndum, no quiso que la monarquía fuera la forma de gobierno. Demasiado resentimiento hacia quien consideraban que había traicionado los ideales de su padre, el Rey Pablo, que fue un jefe de Estado muy querido hasta su muerte.

Su primera parada fue Roma, donde llegaron con sus dos hijos, la princesa Alexia y el príncipe heredero Pablo. Allí nacería el tercer hijo, el príncipe Nicolás. Tras cinco años en la capital italiana, Constantino y Ana María de Grecia pusieron rumbo a Londres, donde nacieron sus dos hijos menores, Theodora y Philippos, y donde vivieron bajo la protección de la reina Isabel II.

Constantino de Grecia fue considerado una persona no grata en su país. Tuvo prohibida la entrada y sólo recibió permiso al morir la reina Federica, que fu enterrada en el cementerio aledaño al palacio de Tatoi. Allí se encuentran enterrados todos los miembros de la Casa Real Helena desde1913.

Tatoi era la residencia familiar que estuvo abandonada hasta que el año pasado el ministerio de Cultura inició una reconstrucción, tanto del edificio central como de los jardines donde la reina doña Sofía fue tan feliz. Ella misma contaba a la periodista Pilar Urbano cómo eran sus juegos con sus hermanos Tino y la princesa Irene.

Esta recuperación de los terrenos y el palacio fue una buena noticia que el hoy fallecido monarca recibió con alegría, al igual que todos los miembros de la familia. No pudo ver cómo el palacio de su infancia y juventud recobraba su esencia.

Nacionalidad danesa

Se le negó la nacionalidad griega a él y a sus hijos. Y en 1994 se presentó también un proyecto de ley para confiscar todos sus bienes. En el 2000, el Tribunal de Estrasburgo de Derechos Humanos condenó al gobierno de Grecia por haber confiscado las propiedades del rey Constantino tras una lucha judicial. El hermano de la reina doña Sofía valoró en aquel procedimiento judicial sus propiedades en 93. 000 millones de pesetas.

Nunca quiso que figurara en su pasaporte la palabra apátrida. El título que ostentaba era el de príncipe de Dinamarca por su matrimonio con Ana María. Los cinco hijos -Alexia, Pablo, Nicolás, Teodora y Felipe- también tienen ese tratamiento por línea materna. Tardó medio siglo en volver a Grecia tras el exilio.

La reina Sofía se trasladó a Atenas desde Roma después de asistir al funeral del Papa Benedicto XVI tras conocer el estado de salud de su hermano. Los hijos del soberano, que viven en el extranjero, también viajaron en las últimas horas para acompañar a su padre en los momentos finales de su vida.

Hace aproximadamente dos años, Constantino de Grecia sufrió una fuerte neumonía y tuvo que ser ingresado en el hospital. En 2022, tras contagiarse de coronavirus, volvió a ingresar en un centro sanitario. Todos estos baches de salud, añadidos a sus problemas de movilidad, hicieron mella en la situación del hermano de la reina Sofía, que cada vez era más delicada, y ya no podía moverse por sí solo, siendo trasladado siempre en silla de ruedas. Después de unos años complicados, finalmente ha fallecido a los 82 años en la UCI, rodeado de sus seres queridos y familiares más cercanos.