La razón por la que la infanta Elena se ha visto obligada a mudarse

Ya ha pasado más de medio año desde que la infanta Elena se mudó de su piso de 500 metros cuadrados sito en el madrileño barrio del Niño Jesús a otra vivienda de lujo en Almagro. En su momento se pensó que el traslado sería permanente y que obedecía a la cercanía de la nueva vivienda a su trabajo en la Fundación Mapfre, pero más tarde se conoció que era algo temporal, hasta que terminasen las reformas que había comenzado en la casa familiar, la que le regaló el Rey Juan Carlos I tras su “cese temporal de la convivencia” con Jaime de Marichalar.

En principio, la infanta Elena quiso reformar su piso a consecuencia de unas humedades que habían estropeado su suelo de parqué, pero aprovechó la ocasión para llevar a cabo una remodelación integral de la casa que ha durado la friolera ocho meses. Antes de someter la vivienda a este colosal proceso, contaba con cinco dormitorios, cuatro cuartos de baño, un gran salón, comedor y zona de servicio, y estaba valorado en 1.800.000 euros. Es posible que su precio haya aumentado tras la reforma, pero no parece que entre los planes de la duquesa de Lugo se encuentre venderlo. De hecho, ella y Victoria Federica ya han regresado al hogar familiar.

La hija mayor del Rey Juan Carlos I ha confiado la mudanza a una empresa especializada, que ha trasladado desde Almagro hasta el barrio del Niño Jesús todos sus enseres personales, entre los que se encontraban numerosas cajas, muebles, un colchón, una nevera, o una maleta naranja con el nombre de Victoria. Se presupone así que pertenece a Victoria Federica, que regresó al piso de su madre tras su ruptura con el DJ Jorge Bárcenas, con quien vivía en un piso compartido.