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Moda

Los cachorros de las casas reales se convierten en modelos de pasarela

Carlota de Mónaco o Nicolás de Dinamarca son algunos de los jóvenes royals que han conquistado la la industria de la moda

Carlota de Mónaco en el desfile de Chanel La Razón

¿Qué se le exige como regla principal a cualquier miembro de una familia real? Ser un modelo de conducta. Tener una vida intachable que resulte un ejemplo para sus conciudadanos. Como esto en los tiempos que corren, con las publicaciones online y las redes sociales buscando la mínima metedura de pata para poder conseguir clicks o engagement, resulta cada día más complicado, las nuevas generaciones de la aristocracia europea se están quedando solo con la parte de ‘modelo’ que, al menos en el corto plazo, les resulta más divertida y, sobre todo, mucho más rentable.

El ejemplo más claro lo hemos tenido esta semana con Carlota Casiraghi que abrió en París el desfile de alta costura de Chanel. En palabras de la diseñadora de la firma, Virginie Viard, el trabajo del decorador del escenario, el artista Xavier Veilhan, está muy relacionado con el mundo del caballo, y como la hija de Carolina de Mónaco es una gran amazona, la fusión de ambos parecía evidente: verla montar un corcel para abrir el desfile de la casa parisina parecía entonces tener todo el sentido del mundo. Desde otro ángulo, se puede entender que la maison francesa recurre al reclamo de una de sus embajadoras para conseguir opacar al resto de marcas con un golpe de efecto que ha hecho las delicias de los medios de comunicación (seguro que su fundadora, la emblemática Coco Chanel, está ahora mismo disfrutando del éxito allá donde esté).

Los Grimaldi son unos verdaderos expertos en saber sacar rentabilidad de su imagen. De hecho, a la propia Carlota, entre conferencia de filosofía y bailes de la Rosa, también le ha dado tiempo a ser imagen de Gucci o Montblanc, firmas con las que mantenía una estrecha relación hasta la llegada de Chanel. Y es que, para ella, estar en Chanel es jugar en casa.

La moda siempre tiene abiertas las puertas de par en par para un royal, sobre todo si es británico. Lo experimentaron en sus carnes la Duquesa de York, Sarah Ferguson, y su hija Beatriz cuando colaboraron en 2007 con la iniciativa solidaria Fashion For Relief y a la mismísima Catalina de Cambridge todavía le pesan las imágenes desfilando en la Universidad de St. Andrews con un vestido transparente. La que mejor le ha sabido sacar partido en ese sentido ha sido la sobrina de Lady Di, Lady Kitty Spencer que ha llegado a ser imagen de Dolce & Gabbana.

Cuando eres la número 38 en la línea de sucesión a la corona británica, sabes que tienes pocas posibilidades de sentarte en la silla de San Eduardo, el trono de coronación de la monarquía inglesa. Así que es mejor que vayas buscándote el futuro por tu cuenta. Lady Amelia Windsor se está forjando su propia carrera en la moda y en las redes sociales. Representada por la agencia que descubrió a Kate Moss, Storm Models, y embajadora de iniciativas como Fashion Roundtable o No more plastic, ambas con un claro perfil sostenible, la nieta del duque de Kent, primo de Isabel II, está encantada de hacer sus pinitos en la moda y en las redes sociales, donde cuenta con casi 100.000 seguidores. Como a Kitty Spener, a ella también la vimos desfilar para Dolce & Gabbana en el icónico desfile Millennials y fue imagen de la firma en 2017, junto con Olympia de Grecia.

Esta última es la que posiblemente mejor se está sabiendo posicionar en el sector. Le ayuda, claro está, el no tener sobre sus hombros el peso de una familia coronada. A lo máximo que puede aspirar en estos momentos es, en todo caso, a suceder a su madre como reina del Upper East Side neoyorquino, ciudad en la que reside ahora mismo tras dejar atrás Londres para instalarse en la Gran Manzana. A la única hija de Pablo de Grecia y Marie Chantal Miller la hemos visto colaborar con firmas como Dior y Louis Vuitton y ser portada de revistas como Harper’s Bazaar o Hola Fashion. Pero, ni siquiera esto te asegura ser las más seguida de la familia: sus algo más de 250.000 followers en Instagram no son nada comparados a los más de medio millón que tiene su hermano Achileas.

El heredero del Marajá de Jaipur, Padmanabh Singh; la princesa de Oettingen-Oettingen y Oettingen-Spielberg, Cleo von Adelsheim (íntima de Beatriz de Borromeo) o, incluso, Beltrán Lozano Borbón (primo de Felipe VI), también saben lo que es desfilar y posar para los objetivos de las cámaras de fotos, aunque si pensamos en modelos y aristocracia, no podemos olvidar a Nicolás de Dinamarca, séptimo en la línea de sucesión al trono danés. Él es sin lugar a dudas el royal que más en serio se ha tomado su papel. Decidido a ser un modelo reconocido, el nieto de la reina Margarita II de Dinamarca ha optado por un perfil más discreto donde no presume tanto de su título sino de su trabajo: Burberry o Dior y portadas de Vogue dan buena cuenta de lo bien que le va en su trabajo. Y es que, si no vas a ser coronado, puedes convertirte en el rey de la pasarela.