Entrevista

Belén Junco: «Si en ‘¡Hola!’ hemos podido evitar un daño grave, lo hemos hecho»

Hablamos con la editora de la revista sobre su nueva novela, Isabel Preysler y los secretos de su publicación.

Belén Junco
Belén JuncoLa Razón

Leer «La reina de Nairobi», la ópera prima literaria de Belén Junco, despierta la misma delicia que un reportaje de «¡HOLA!», con sus elegantes casas, apasionantes historias y fabulosos viajes. No en vano, la autora es su directora adjunta y directora de «¡HOLA! Fashion» y «¡HOLA! Living». Ha escrito la novela empapando la pluma en su alma para componer un viaje del corazón que tiene la magia africana y la fuerza de quien se echa al mar en plena borrasca. Se nota que heredó de sus tíos, Mercedes Junco y Antonio Sánchez, los míticos fundadores, el placer de regocijarse en esas burbujas efervescentes en las que, como ocurre con un vino espumoso, se encuentra lo extraordinario.

¿"La reina de Nairobi» era una historia en busca de escritor?

Me puse a escribir y la novela fue saliendo a mi encuentro a partir de tres únicos elementos: mujer, amor y glamour. Era una ilusión que tenía desde hacía tiempo y, después de trabajar de forma intensísima desde los 17 años, decidí que era el momento. Mis tres hijos son mayores y, aunque mis diez nietos me llenan de vida, mi nivel de responsabilidad es muchísimo menor.

Llama la atención su exquisita puesta en escena.

Es una novela que nace de mi gusto por el periodismo y mis aventuras africanas, pero sobre todo de mi afán por elevar a la mujer, de llenar su universo de elegancia y belleza, a pesar de la adversidad. Es lo que ha envuelto siempre toda mi vida.

¿Es un reflejo de sí misma?

No tiene nada de autobiografía, pero sí muchos de mis rasgos, como el optimismo, la delicadeza y la necesidad de exprimir lo hermoso. Además, está escrita de noche y desprende la calidez de la vela, ese embrujo nocturno que me despoja de todo. La luna llena me fascina. De noche siento la vida con un extraño halo de calma e intensidad. Es un hábito que heredé de mi madre. Le encantaba leer, pero con once hijos era su único momento. El gran problema es que, cuando me duermo, los personajes y sus circunstancias siguen conmigo.

¿Qué le ha sorprendido al horadar la psicología femenina?

Su fuerza, su valentía, la necesidad infinita de amar y su asombrosa capacidad transformadora. Cuando parece que el mundo se desmorona, usan su error para salir adelante. La novela habla de un amor que crece y acaba sin que la protagonista pueda hacer nada para remediarlo, pero demuestra que puede con la vida y decide qué hacer con ella.

¿Qué es lo peor de una infidelidad?

La infidelidad es dolorosa y natural en el género humano. Es más detestable la traición, habla peor de nosotros por todo lo que encierra en cuanto a engaño, falta de claridad, juego sucio y ruptura. Es terrible y se apodera de uno. Agotada de pensar, la reina de Nairobi comienza una nueva vida sin ataduras que es solo suya.

Es «una desgraciada con mucha clase y poca suerte». ¿Cuántas mujeres así han ocupado la portada de «¡HOLA!»?

Las pasiones humanas son la pasta de la que está hecha la revista, la vida y la novela, pero lo que me tienta es tratarlas desde el respeto, la delicadeza y con un punto positivo que ayuda a avanzar.

¿Tragedias con sabor a dulce de leche, como las de la Casa Real británica?

La situación con Harry es durísima para el rey Carlos y también para el príncipe William porque se querían con locura. Ser el segundo no es fácil, pero tampoco ser el heredero. El futuro de la Institución no me preocupa. Es solo una escisión familiar y acabará enderezándose. Soy optimista y optimizo más que destruyo. Es lo que he vivido en «¡HOLA»! y lo que explica su excelente salud a punto de cumplir 80 años. Las familias reales son humanas y tienen sus debilidades, lo que ocurre es que ahora salen a la luz con todo lujo de detalles. Antes había un acuerdo tácito de silencio.

Tampoco Isabel Preysler pasa su mejor momento...

Es una mujer con mucho glamour y lo que le ha sucedido no le resta interés ni ese punto de elegancia con el que expone una parte de su vida. Es muy discreta, familiar, cariñosa, apasionada y feliz.

¿Se distingue bien el famoseo del personaje de la revista?

Por nuestras portadas han pasado artistas, aristócratas, iconos de belleza o de moda, políticos… Durante décadas fuimos el BOE, una ventana ineludible al mundo desde el buen gusto y el corazón. Ahora el lector agradece que le descubramos personajes o artistas que hacen cosas espectaculares y nos invitan a conocer sus casas. Nunca escatimaremos páginas a lo bello.

La Monarquía no ha tenido mejor embajadora.

Nos han recibido las Casas Reales de todo el mundo, igual que los grandes líderes. A los países sin monarquía les fascinaba la vida de reyes y príncipes. Muchos lectores aún pagan doble suscripción, la española y la de su país.

¿Tiene favoritismo por alguna reina?

Mi favorita, en cuanto a elegancia y como embajadora de moda española, es Doña Letizia. La más fascinante, Máxima de Países Bajos. En impacto femenino, Kate Middleton. Es clásica, pero arriesga.

¿Cuánto hay de cierto en esa leyenda del archivo de «¡HOLA!» con material altamente sensible?

Si fuese cierto, no habría habido dinero para pagar todas las fotos comprometedoras que dicen queguardamos. Si hemos podido evitar un daño grave, lo hemos hecho.