Salud Mental
Hablando con Influencers: ¿Les afectan las redes sociales a su salud mental?
Un nuevo estudio interno de Facebook revela que el uso de Instagram “empeora los problemas de imagen corporal de una de cada tres adolescentes” y que “el 32% de las chicas dijeron que, cuando se sentían mal con sus cuerpos, Instagram las hacía sentir peor”
A raíz de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, se ha incrementado en un 25 % los casos de ansiedad y depresión a nivel mundial. Dentro de Europa, España es el país con mayor número de personas que padecen algún tipo de dolencia mental, tan sólo por detrás de Portugal. Sin embargo, existe un componente común, rompiendo las fronteras, que es universal a todos los países: las redes sociales.
La excesiva variedad y la cercanía que ofrece la conexión constante, unido a que en su mayoría son gratuitas, son algunas de las causas que explican que a partir de 2022 su uso en todo el mundo haya aumentado hasta llegar a 147 minutos al día, dos más que en 2021.
Que estas dos horas y 21 minutos sigan creciendo no es bueno. Así lo afirma un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Bath (Reino Unido) que ha querido conocer cómo afecta el uso de estas plataformas. La conclusión ha sido clara: una semana sin usar Facebook, Twitter, Instagram o TikTok mejora el bienestar de las personas.
Con una muestra de 154 personas de entre 18 y 72 años, con sus hábitos de consumo pertinentes, se realizó una división en dos grupos. A uno de ellos, se les pidió tomar un descanso semanal sin entrar en sus perfiles, lo que provocó reveladores resultados. Los usuarios registraron una mejora de 4,9 puntos en el estado de ánimo, así como un descenso de 2,2 en los síntomas de depresión y un 1,7 en los de ansiedad.
“Sabemos que el uso de las redes sociales es enorme y que cada vez hay más preocupaciones sobre sus efectos en la salud mental, por lo que con este estudio queríamos ver si simplemente pedirle a la gente que se tomara un descanso de una semana podría generar beneficios para la salud mental”, explicó el autor principal del estudio Jeff Lambert.
Este tema no es nuevo y, de hecho, la propia Organización Mundial de Salud (OMS) ya consideró el uso excesivo de estas plataformas como un problema de salud pública en 2019, cuando las cifras ya arrojaban datos preocupantes. Un nuevo estudio interno de Facebook publicado por The Wall Street Journal, sigue proporcionando datos alarmantes. Revela que el 13% de los usuarios británicos y el 6% de los estadounidenses vincularon el deseo de quitarse la vida al uso de Instagram. La investigación alerta que el uso de esta red social “empeora los problemas de imagen corporal de una de cada tres adolescentes” y que “el 32% de las chicas adolescentes dijeron que, cuando se sentían mal con sus cuerpos, Instagram las hacía sentir peor”.
Pero, ¿qué pasa con las personas cuyo trabajo depende de redes sociales como esta? Muchos han sido los influencers que han reconocido acudir al psicólogo de manera habitual, incluso han tenido que abandonar las redes sociales en algún momento de su vida por haber padecido depresión o ansiedad.
Marta Pombo es conocida en Instagram por ser la hermana de María Pombo una de las Instagramers más famosas de nuestro país. En 2021 Marta anunciaba que su exposición en redes sociales la estaba sobrepasando y anunciaba en un vídeo entre lágrimas que necesitaba desconectar de la opinión pública y que se retiraba durante un tiempo para luchar contra su depresión. Ella reconoció que su momento de declive fue cuando empezó a creer a sus “haters” que le decían que no era nadie y se decepcionó a sí misma. Además tampoco estaba pasando por un buen momento personal, lo que le hizo estallar y tomar esa decisión.
Una decisión que en su día fue muy comentada pero que ella siempre ha hablado de ello con total naturalidad.
Laura Escanestambién limitó su exposición en redes sociales durante un tiempo en 2021 a causa de su estado psicológico y emocional. Algo que ella misma explicó en su momento a sus seguidores confesando que estaba yendo a terapia. Fue a través de los stories de su cuenta de Instagram donde la influencer catalana respondió sin tapujos que los motivos por los que había decidido acudir a terapia se debían a miedos, inseguridades y pérdidas de gente a la que había querido. También reconoció que el hecho de acudir al psicólogo requería de un largo trabajo pero que estaba muy feliz con la decisión de haber empezado a terapia.
Aida Domenech, más conocida como Dulceida, cuenta en la actualidad con 3,1millones de seguidores en Instagram. En Agosto de 2021 la influencer también confesaba a sus seguidores que no estaba pasando por su mejor momento, necesitaba “reconstruirse, abrazarse y cuidarse para volver con más fuerza que nunca”. Aida contaba que después de doce años trabajando en redes nunca se había sentido como en ese momento. “Soy una mujer fuerte pero siento que ahora mismo estoy cargando con mucho y esto no puede ser un peso más, no me siento con fuerzas”, declaraba, en un momento en el que estaba pasando por el divorcio de su mujer.
La mayoría de ellas tienen un denominador común que se resume en una palabra “hater”, que traducida significa “odiador”. Se trata de alguien que muestra su rechazo a una persona o a determinados colectivos a través de comentarios y publicaciones. Pero ¿donde está el límite?
Cuando alguien se expone en redes sociales corre el riesgo de que la gente opine para bien o en otros casos para mal. Generalmente los “haters” son personas que se esconden detrás de perfiles falsos para poder poner comentarios agresivos y cargados de odio que en muchos casos intentar lidiar con ellos cada día en se hace cuesta arriba.
NATALIA CEBRIÁN (@nat.cebrian) - 290mil seguidores en Instagram.
Esta Catalana de 30 años, fue una de las pioneras en entrar en el mundo de las redes sociales. Con trabajo y esfuerzo ha conseguido convertir su hobby en su profesión. Afirma a LA RAZÓN que “las redes afectan de muchas maneras pero principalmente en la autoestima por la comparación continua de nuestra realidad con la de otros. En trastornos alimenticios por imágenes irreales o cañones de belleza imposibles... pero también el estar expuesto a críticas o valoraciones contantes”.
Cebrián reconoce que acudir al psicólogo está a la orden del día en el mundo de los influecers “casi todos los compañeros que se dedican a redes en algún momento han necesitado la ayuda de algún profesional, así que no es algo que afecte solo a la gente fuera de este mundo”.
Está convencida que en Instagram “no es oro todo lo que reluce” y que eso “ayuda bastante a tener los pies en la tierra”, sentencia.
ROCÍO CAMACHO (@rocioccamacho) - 771mil seguidores en Instagram
Esta joven de 28 años nacida en Ciudad Real, aterrizó hace aproximadamente cinco años en esta popular red social. Sus vídeos en Instagram son popularmente conocidos por tratar diferentes problemas sociales como el bullying, la dependencia emocional o el machismo. Asegura que, aunque no siempre ha sido así, las redes sociales en la actualidad influyen positivamente en su salud mental. “Al fin y al cabo las redes sociales son un escaparate que se puede ver como un mundo de inspiración o como un mundo de comparación. Y ahí es donde vienen los problemas, porque empiezas a creer que todo lo que ves es real y a hacerlo tuyo, sintiendo que todo lo que eres y tienes es poco o es peor que lo del resto”.
Intenta que las redes sociales no le afecten “con mucho trabajo personal y no pasándome el día pendiente de lo que hace la gente”.Pero reconoce que en algún momento puntual “cuando se juntan muchos mensajes de odio, siempre acaban haciéndome daño, y no por lo que me digan en sí, sino por la rabia que me genera que alguien se sienta bien sólo intentando hacer mal a otros”.
MARÍA LO (@marialomchef10) - 299 mil seguidores en Instagram
María fue ganadora de Máster Chef 10. Nació hace 32 años en Chiclana de la Frontera, Cádiz, pero reside en Barcelona desde los seis años. Estudió Dirección Hotelera. Ella lo tiene claro. Aunque no ha vivido ninguna situación especialmente dura en Instagram, todavía recuerda comentarios, generalmente perfiles privados o anónimos, del tipo: “Me das pereza” o “no sabes cocinar”. “Creo que el 95% de las personas que ponen un comentario negativo, en una situación cara a cara no lo harían” afirma la ganadora del popular concurso de cocina. Por suerte, ella dice no tener muchos haters “Me siento muy afortunada si me comparo con otras personas, porque la gran mayoría de los comentarios son palabras de apoyo, de ánimo y agradecimiento a un trabajo que requiere horas y horas de creación y de esfuerzo, pero soy consciente de lo que hay”.
GÁDOR MUNTANER (@gadormunta) - 89,6 mil seguidores en Instagram
Gádor a diferencia de otras influencers que encontramos en Instagram más centradas en moda, es oceonóloga especializada en tiburones, instructora de buceo y conservacionista. La primera vez que se puso un equipo de snorkel tenía 3 años de edad. Gracias a su pasión ha logrado llegar a miles de personas en Instagram. Debido al estilo de vida que lleva pasa mucho tiempo lejos de casa y gracias a las redes sociales son la manera “de sentir a los míos un poco más cerca”. Pero por otro lado afirma que “en mi caso, las uso para transmitir mi mensaje de conservación marina y acercar a la gente al desconocido océano. Instagram es una plataforma de divulgación brutal. Pero eso no evita encontrarme a veces con comentarios desagradables. Por supuesto que me afectan y me entristecen. Mi truco es que no me afecten más de la cuenta. Mantener el pulso con la realidad virtual es muy importante”.
¿Qué dice la especialista?
Para valorar más en profundidad la repercusión que está teniendo este uso inadecuado de las redes sociales hablamos con Patricia Pasquín (@wildlessons), psicoterapeuta. Nos cuenta que la evolución de la tecnología en las redes sociales de los últimos años está teniendo un impacto en la mente de las personas del que todavía no somos totalmente conscientes. Empezamos a ver las consecuencias en consulta con un incremento de trastornos relacionados con la auto imagen, el autoestima, la ansiedad y la depresión que van haciendo mella en la juventud mundial. Los usuarios se enfrentan a vidas aparentemente perfectas, filtros que les cambian la cara, e incluso la percepción de que su valor está contabilizado por la cantidad de likes y visualizaciones que puedan tener en sus redes.
Para combatir este gran obstáculo es muy importante fomentar y nutrir los aspectos de la vida que nos ayudan a mantener un autoestima más sana. Cuidar la relación con el cuerpo, la mente y el espíritu con actividades y rituales como el movimiento, cuidar los vínculos importantes de nuestra vida, tener contacto con la naturaleza, trabajar la presencia y, cuando sea necesario, ir a terapia para aprender las herramientas que nos puedan hacer falta para gestionar las emociones difíciles que inevitablemente aparecen en el día a día. Cuando la vida real está enriquecida, la virtual no tiene tanto poder sobre nosotros.
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