El día en que Isabel Pantoja fue juzgada y condenada por un delito de blanqueo de capitales

Es una de las noticias de la semana. El Juzgado de lo Penal número 5 de Málaga juzgará este mismo martes a la cantante Isabel Pantoja por un “supuesto delito de insolvencia punible” por participar como administradora única de la sociedad Panriver 56 en una operación presuntamente irregular en la venta de la conocida finca ‘Mi Gitana’.

La Fiscalía provincial pide tres años de prisión para la madre de Kiko Rivera y una multa de un año y medio con la cuota diaria de 20 euros, lo que asciende a un pago de 10.800 euros, todo ello tras entender que Isabel habría actuado como “cooperadora necesaria” al intentar eludir el pago de una deuda que esta tiene con la constructora Codabe, con sede en Marbella.

La tonadillera se enfrenta a una semana crucial tras atravesar unos meses de calvario personal por la muerte de su madre y el enfrentamiento con su hijo mayor. Afincada en Cantora y sin apenas salir de su querida finca y refugio, deberá hacer un esfuerzo para desplazarse hasta los juzgados de Málaga, donde tendrá que declarar.

Cabe recordar que Isabel Pantoja ya fue juzgada y condenada en el año 2014 por la Audiencia de Málaga por un delito de blanqueo de capitales en un procedimiento en el que también fueron condenados Julián Muñoz, expareja de la cantante, y la exmujer de este, Maite Zaldívar.

Desde ese mismo 2014 hasta 2016 Isabel Pantoja vivió sus dos años más oscuros en la prisión de Alcalá de Guadaira (Sevilla). Entonces se hablaba de un trato de favor hacia la artista y de los privilegios que esta tuvo por el mero hecho de ser quien era. De hecho, este caso llegó a investigarse por la Justicia. También las filtraciones. Y es que sus propias compañeras no dudaron en desenmascarar la cara más amarga de la tonadillera en más de una ocasión.

Tras abandonar la cárcel y después de unos meses de descanso en Cantora, la protagonista decidió conceder su primera entrevista en televisión. Lo hace en ‘El Hormiguero’ y Pablo Motos es el afortunado que consigue hacerse con su testimonio. Durante su paso por este programa, Pantoja evitó en todo momento pronunciar la palabra “cárcel” o “prisión”, refiriéndose a este lugar como “aquel sitio de cuyo nombre no quiero acordarme”. En vez de llamar a la celda por su nombre, ella decía “estando donde yo estaba”. Una prueba de que para ella supuso un gran trauma aquella vivencia, la cual podría volver a repetirse si las cosas se tuercen.