Entrevista
Manuel Alejandro rompe su silencio: de la reconciliación con Alejandro Sanz a la sexualidad de Rocío Jurado
Una plataforma impulsa la candidatura del genial compositor para el premio Princesa de Asturias
A Manuel Alejandro le tenemos todos en nuestras vidas sin darnos cuenta. Sus más de 600 canciones en boca de Julio Iglesias, Rocío Jurado, Raphael o Luis Miguel son como la lavadora de casa. El creador de «No siento nada al hacerlo contigo», «Lo mejor de tu vida me lo he llevado yo» y «Yo soy aquel que cada noche te persigue» es un músico jerezano de 88 años que todos los días se levanta a las siete de la mañana, hace gimnasia, sale a caminar y lee filosofía. Trabaja seis horas al piano y finalmente, a media tarde, habla: «Soy un escribidor de canciones, un músico con arritmias y un literato con faltas de ortografía».
Al entrar la noche, no perdona su copita de Tío Mateo o Tío Pepe, según el día. No concede entrevistas, pero hace la excepción porque el Ayuntamiento de Jerez ha promovido la candidatura de Manuel Alejandro al Premio Princesa de Asturias de las Artes: «Naturalmente que me gustaría recibirlo, y el Nobel, y que me hagan socio de honor del Atlético y del Real Madrid». Al hilo de la conversación nos confirma que, después de décadas buscándole, su ahijado Alejandro Sanz tiene, por fin, una canción compuesta por su padrino. Todo gracias al documental, que se emitió el año pasado, sobre Manuel Alejandro del periodista Álvaro Zancajo, Sanz y su padrino se encontraron. Habían pasado 51 años desde que la viuda del dueño de El Corte Inglés, María José Guil, en esas fechas casada con el propietario de Riscal, el local donde tocaba el padre de Alejandro Sanz, y el compositor ejercieron de padrinos de bautismo. Fue Zancajo sin saberlo quien los reconectó, descubriendo que ambos se admiran: «Me dijeron que me había estado buscando varias veces y no me había encontrado. Fue una suerte que no me encontrara porque le hubiese influido y escrito canciones o algo, y no habríamos tenido la suerte de tener las canciones tan bellas que ha hecho. Me alegro mucho de que no diera conmigo en aquel momento». Y como tiene mucho de sensibilidad femenina, puede hacer dos cosas a la vez: se deja entrevistar mientras da vueltas alrededor de la mesa del salón de su casa.
–Después de haber bautizado a Alejandro Sanz, 52 años después le compone una canción.
–Sí, la mejor que he hecho en toda mi vida. Siempre digo que la mejor es la última, es lo mismo que pasa con los hijos, el último siempre es el mejor.
–¿De qué habla?
–Es un tema muy bonito y oportuno porque trata sobre la realidad de esa separación y esa nueva unión. Hace referencia a su nuevo estado vital.
–¿Y cómo se llamará la primera canción que hace para su ahijado?
–No lo digo porque estamos todavía dándole vueltas a cómo titularla. Estoy encantado trabajando con Alejandro, aún no la hemos grabado y, además, él tiene voz y parte porque es compositor total y absoluto. Es un fenómeno, así que hay que oír sus opiniones.
–¿Qué hace para conocer tan bien a sus artistas y hacerles un traje a la medida de sus sentimientos?
-–Yo no leo ni el «¡Hola!», ni el «Semana» ni ninguna revista. Hablo con la gente, paso tiempo con ellos, veo la situación, investigo qué les gustaría decir y qué escuchar a la gente sobre ese personaje que sea creíble, pero no soy de leer revistas.
–A Rocío Jurado la hizo decir cosas brutales para la época y la censura no se enteraba.
–Ella era más brava que yo, es la que me daba esas ideas. Rocío no se callaba por nada. Ella le decía a un amor que ya no sentía nada y todo era creíble en Rocío porque era ella. El público la veía fuerte, indomable, una mujer con mucha fuerza. Yo no digo en una de las letras (’Amores a solas’) que ella tuviera una masturbación, solo que pudo haberla tenido, como la puede tener cualquiera. Es muy importante cómo se digan las cosas, y Rocío no lo hacía morbosamente, únicamente rememora lo que un día le sucedió en la playa...
–Para cantarle a un boxeador como Pedro Carrasco que es un gran necio, engreído y etc hay que tener ovarios.
–Tampoco un hombre porque sea boxeador es más macho. Yo creo que, por lo que le traté, Pedro era muy tierno, muy sensible, y eso no tiene nada que ver para que luego le hayan dado muchos puñetazos.
–¿A la vida de Isabel Pantoja qué canción le escribiría ahora?
–No sé, la conocí mucho menos que a Rocío y estaba bastante marcada por el disco de Perales «Marinero de luces». No he andado mucho en la vida de Isabel Pantoja aunque sí le hice algunas canciones.
–Digamos que tuvo menos cercanía con Pantoja que con Jurado
–Nada que ver, yo encontré en Jurado una voz totalmente propia para escribir los temas que yo en esa época estaba creando y no tiene nada que ver. Me encanta Isabel, pero la imagen que daba Rocío Jurado era de amores que iba construyendo y creo que Isabel Pantoja denotaba más otras cosas. Ese disco de «Marinero de luces» la definía tanto que entrar ahí a mover eso era muy difícil.
–¿Por qué estuvo 28 años sin trabajar con Raphael después de haberle escrito parte de sus éxitos?
–¿Tantos años? Qué barbaridad. Yo le he escrito cien, que es muchísimo. Seguramente todo ese tiempo fue pasando porque él tendría sus autores alrededor y yo a mis cantantes, fue una época mía hispana. Estaba en otra onda, con Emmanuel, Luis Miguel. Nunca ha habido el menor roce, nos hemos llevado muy bien porque es una persona adorable y ambos nos tenemos mucho cariño. Fueron circunstancias que nos hicieron alejarnos, pero nada personal.
–Cuando se produjo la ruptura de Julio Iglesias con Isabel Preysler sonó a venganza.
–No era una venganza. Julio se vivió su experiencia primera, el despertar de la carne, y eso fue así dada su edad y juventud. Isabel descubrió el amor por Julio. Él le canta a Isabel y le dice «fuiste mía, solo mía, cuando tu piel era fresca como la hierba mojada, fuiste mía cuando temblaban tus manos cuando me acercaba». Era la salida de la niñez de Isabel y refleja que Julio disfrutó de todo aquello que empezaba a vivir. No lo puede decir de otra manera porque fue verdad.
Derechos de autor
–Usted es autor de más de 600 canciones, ¿eso es como tener 600 apartamentos y cobrar las rentas?
–No, no hablemos de lo que produce una canción porque a veces es muchísimo menos que un apartamento alquilado. Desgraciadamente, con los derechos de autor, excepto que sea en el caso de los norteamericanos, que hablan de cientos de millones, de autores hispanos es muy difícil que rentabilicemos porque el público no cree que tenga que pagar por ello. En todas mis canciones he hecho la letra, la orquestación, los arreglos, y las he grabado bajo mi dirección absoluta. La simbiosis del momento del cantante y de la canción es lo que hace que sea un éxito, pero no te haces rico.
– Usted desciende del Mendizábal de la desamortización de tierras, ¿qué tal se lleva con el clero?
–Estupendamente, porque tuve un padre bastante religioso. Los veinte años que viví con él fuimos una familia bastante religiosa y practicante, y eso me vino luego bien. Lo de la desamortización fue por el afán del liberalismo, Álvarez de Mendizábal era un personaje muy especial que llevó a la práctica algo que tenía que hacerse.
–Usted lee Filosofía, investiga sobre el origen del hombre y escucha a Mozart y luego escribe canciones que dicen «Qué sabe nadie lo que me gusta o no me gusta de este mundo…»
–Yo me olvido de todo eso que leo o investigo y cuando escribo una son los sentimientos los que salen y eso siempre llega a la gente. Ahora, por ejemplo, me estoy dando cuenta de que no me has cogido en un momento brillante mío, si es que los tengo, lo que pasa es que ahora tengo un resfriado que se me complicó y no sé si saldremos de esta...
–¿Cuando le llamen para vacunarse contra el Covid acudirá?
–Sí, por supuesto. Creo firmemente en la ciencia y es lo mejor que podemos hacer, vacunarnos.
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