Arantxa Sánchez Vicario
Un divorcio sin resolver, una deuda de seis millones y una pena de cárcel de cuatro años
Batalla de nuevo por la custodia de sus hijos y se enfrenta a un proceso con el Banco de Luxemburgo que puede arruinarla
La separación matrimonial de Arantxa Sánchez Vicario y su todavía marido, Josep Santacana, es una especie de serial donde las demandas y los recursos han convertido el divorcio en un tema económico con unos gastos en los honorarios de los abogados impresionantes. A día de hoy, y en el caso de la tenista que, aparentemente, mantiene su defensa en Estados Unidos, la cifra puede alcanzar el millón de euros. Y fue su propio abogado, Maurice Kutner, el que, en sus sorprendentes apariciones televisadas, confirmaba que su minuta profesional era de setecientos euros la hora. En febrero de 2018 aparecía el letrado por primera vez en el programa de Ana Rosa Quintana explicando la situación de su clienta con respecto a su divorcio. Resultaba llamativo su protagonismo mientras la tenista permanecía callada. Y lo que aún causó más impresión fue que en esa conexión televisiva explicara cuál era su minuta por encargarse de la defensa del divorcio de Sánchez Vicario contra Santacana. Una información que hasta ese momento nunca había sido tan explícita con referencia a cuestiones legales de personajes famosos en España, aunque en EE UU es habitual.
En octubre de 2020, el abogado moría de un cáncer fulminante. Esta información sirve como dato aclaratorio de cómo se encuentra en estos momentos el divorcio de la pareja, que sigue sin resolverse. «Ninguno de los dos podría casarse en el caso de que quisieran hacerlo porque no hay sentencia definitiva. Hay un recurso de apelación por parte de Arantxa al que se opuso Santacana y hasta que esto no se resuelva en España el vínculo legal se mantiene. Otra cosa es referente a los hijos, que hay unas medidas pactadas por la Corte de Miami donde se especifica la custodia compartida y de cómo debe atender económicamente cada uno todo lo referente a la manutención de los hijos», explican fuentes relacionadas con el entorno familiar. En este caso se demostró que el nivel patrimonial de la deportista era mucho más alto, con lo cual no hay correspondencia en el sentido igualitario. Sánchez Vicario, por sentencia, debe pasar una cantidad a su por ahora marido para la manutención de los menores cuando estén conviviendo con Josep Santacana.
Y esta situación tan anómala confirma que después de cuatro años sigan siendo marido y mujer ante la Justicia española y norteamericana, aunque existe una disposición judicial en la que queda claro cómo deben vivir los hijos de una pareja separada. La razón de este disparate emocional y legal se debe a que hay un recurso de apelación. En este caso, presentado por Arantxa Sánchez Vicario contra la sentencia del Juzgado Número 2 de Esplugues de Llobregat, que dictó su divorcio en marzo de 2019. Pero el abogado fallecido de Sánchez Vicario, Maurice Kutner, recurrió esa disposición, lo que ha alargado el proceso judicial y, en consecuencia, la minuta de los representantes legales. «Arantxa puede llevar ya gastado cerca de un millón de euros porque no quiso aceptar la sentencia española. Hay un poso de rencor que le está costando carísimo y que además demuestra, de cara a otros procesos que siguen abiertos, que su situación económica es mucho más rentable de lo que dice. Hubo unas capitulaciones matrimoniales previas a su boda, el 12 de septiembre de 2008, en donde se especificaba el patrimonio de cada cual. Se firmó y, por lo tanto, lo que no tiene sentido es que Arantxa no lo quiera admitir, y de ahí que el proceso se haga eterno».
Impuestos impagados
Hay que tener en cuenta que Sánchez Vicario y Santacana, que no mantienen relación salvo a través de sus abogados, se encuentran en la actualidad en un proceso judicial con un banco de Luxemburgo que se querelló contra la tenista por un presunto delito de alzamiento de bienes en diciembre de 2016. Meses después, la petición fue ampliada contra su marido. Arantxa había acumulado una deuda de 5,2 millones de euros con Hacienda al declarar que vivía en Andorra cuando no era cierto, por lo que debía abonar los impuestos impagados. Para hacer frente a esa deuda con la Agencia Tributaria, pidió un aval al Banco Sadadell, sustentado por un depósito en el Banco de Luxemburgo que no se solventó. Esta entidad los demandó aduciendo que «los querellados desobedecieron al juzgado, cambiaron al anterior liquidador y nombraron a una nueva liquidadora de la sociedad, que desobedeciendo la prohibición judicial, y abiertas las diligencias por vaciamiento patrimonial, vendieron el último inmueble que les quedaba, en la avenida Diagonal, con sus plazas de parking, por precio vil, haciendo desaparecer el dinero».
Hace unos días, el banco de Luxemburgo ha presentado un escrito de acusación contra la que fuera campeona olímpica en el juzgado número 4 de Barcelona donde solicita la apertura de juicio oral contra ambos, que deberán sentarse en el banquillo de los acusados. La deuda asciende a más de seis millones de euros más intereses, costas del procedimiento y petición de cárcel de cuatro años por alzamiento de bienes.
Lo llamativo de este proceso es que muchos de los datos de los que se sirvió el Banco de Luxemburgo proceden del entramado societario que se puso al descubierto en la demanda de divorcio que se interpuso inicialmente en Miami. Y así lo corroboran fuentes del entorno de Santacana: «Resulta absolutamente incomprensible que gran parte de la información que tiene hoy en día el banco la han sacado de todo el procedimiento que se ha seguido en Estados Unidos y que removió la defensa de Arantxa, en vez de llegar a un acuerdo sensato, que fue lo que se planteó desde el principio por el dineral que iba a costar y, sobre todo, por las bazas que ha dado para seguir investigando a la entidad que los ha demandado. Había algo más grave que el divorcio: una querella criminal. Y en vez de coordinar defensas, lo que hace es dar balas al enemigo. A veces las emociones y la rabia se vuelven contra uno».
Santacana planteó su separación primero, en Miami y tiempo después, en España para que se reconocieran las capitulaciones. Habrá que esperar a que por fin el recurso interpuesto por Arantxa Sánchez Vicario en España se resuelva. Aunque lo más preocupante para ambos sea su paso por el juzgado de Barcelona para explicar la deuda y el supuesto alzamiento de bienes.
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