Gente
Miguel Bosé y Nacho Palau un encuentro desagradable en el juzgado
Por primera vez después de mucho tiempo se encontraban en un recinto judicial. Hubo un saludo por educación y ninguna muestra más de afectividad
Salvo los más íntimos y la familia directa de Miguel Bosé y Nacho Palau nada se sabía de la relación sentimental entre ambos. Fue a raíz de la demanda que la ex pareja interpuso el 16 de octubre de 2018 para que se reconociera la filiación de los cuatro menores. En esa reclamación se acreditaba que habían sido pareja estable durante 26 años y que los niños eran fruto de un proyecto de vida en común. Los mellizos fueron concebidos por maternidad subrogada. Dos eran hijos biológicos de Miguel Bosé los otros dos de Palau. Por lo tanto la relación entre ellos era solamente emocional y afectiva. Y así lo explicaba a quien esto firma en exclusiva el que fuera pareja del artista: “Fue un proyecto de vida en común, de familia que hicimos entre Miguel y yo. Se rompe y es entonces cuando surge el problema. Dos de mis hijos se van a México y los otros se quedan conmigo en Chelva donde vive mi madre. Los cuatro son hijos míos. Los he deseado, los he recibido desde que llegaron al mundo, les he dado biberones, los he cuidado. Hemos sido una familia aunque ahora no se quiere reconocer. Los niños se echan de menos y lo pasan mal”. Y proseguía su explicación telefónica con pesar: “Nunca jamás pensé que podría suceder esto. Llegamos a un punto en que lo único que podía hacer era ir por la vida judicial porque ya las palabras no servían de nada. Lo que me importan son mis cuatro hijos y que tengan la mismas oportunidades”.
El juicio también tiene una vertiente económica como confirma el demandante “Yo no tengo la misma capacidad económica que Miguel y he pedido una ayuda para mis hijos, para criarlos” y sobre todo quiere dejar claro a LA RAZÓN que “todo lo hago por ellos”. Este reconocimiento es el que el juez deberá dirimir con una resolución judicial. ¿Prima el interés de los cuatro niños? ¿Es posible que puedan mantener una relación fraternal cuando les separan miles de kilómetros? ¿Es posible como pide Palau que Bosé se traslade a España? Una solución complicada y una demanda que sentará precedente. Como aseguraba el abogado de Palau, Gabriel Ortolá “fueron concebidos dentro del proyecto vital y familiar. Y sobre esa verdad, y pese a la dificultad jurídica existente por falta de regulación, se declare su común filiación”.
Bosé, “invisible” durante el juicio
La cita judicial ha sido por fin este lunes en el juzgado número 4 de Pozuelo de Alarcón (Madrid). Por primera vez después de mucho tiempo se encontraban en un recinto judicial. Hubo un saludo por educación y ninguna muestra más de afectividad. La situación emocional entre ambos es en la actualidad tan complicada que la conexión es nula salvo para temas exclusivamente relacionada con los hijos. Unas para cerrar las horas que se conectan por skype o este verano cuando se establecieron los periodos vacacionales conjuntos. Los niños pasaron unos días en Somosaguas con Bosé y y otros tanto con la familia de Palau en Chelva. “Disfrutaron mucho los cuatros juntos. Montaron en bicicleta, excursiones, baños, estaban felices”, explicaba Lola, la abuela que en varios momentos de su testimonio en la sala de vistas se ha emocionado al insistir “Los cuatros son mis nietos”.
La puesta en escena de ambos padres ha sido muy diferente. Miguel Bosé no ha querido comparecer ante los medios y accedió por el garaje del edificio. Vestido con un chándal, abrigo con capucha y deportiva su cale tiñe sordos. Se marchó de la misma manera. Bajó por la escalera hasta el piso primero del aparcamiento donde le esperaba una furgoneta con los cristales opacos y puso rumbo a su casa de Somosaguas que se encuentra muy cerca del juzgado donde cada abogado presentó las pruebas pertinentes con testigos incluidos. Palau en cambio, lo hizo por la puerta delantera y una vez que finalizó el juicio, a las 13,45 habló mucho más tranquilo con los periodistas: “Confío en la justicia. Solo quiero que los hermanos estén juntos y si es más cerquita mejor”.
Cuando se le pregunta a Palau por qué durante todos estos años ha permanecido en la sombra me explicaba "he estado con Miguel toda la vida y los que lo tenían que saberlos sabían. Durante muchos años traté de evitar y por eso tomar la decisión de salir públicamente fue muy difícil. Me dieron opciones y consideré que esta (la demanda) debía ser la mejor, que ya estaba bien”.
Una relación secreta de 26 años
A Nacho Palau y Miguel Bose los presentó unos amigos comunes en Valencia hace treinta años. Un tiempo después, el joven dejó su ciudad para vivir juntos. Unos de los lugares preferidos de ambos era Rocamador, un antiguo convento reconvertido en hotel que su hermana Lucía y su pareja Carlos Tristancho regentaba. Allí comenzó su historia sentimental que continuó en Madrid, y más tarde en Panamá y México. Este último destino fue el país donde Miguel se estableció con Palau y los cuatro niños que una vez que llegó la separación volvieron a España. El juicio ha quedado visto para sentencia este lunes 19 de octubre. Dentro de unas semanas se sabrá el veredicto.
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