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El último cartucho de los Biondo para demostrar el asesinato de su hijo
El ex marido de Mónica Naranjo, el criminólogo Óscar Tarruella, declaró el pasado 2 de octubre en los Juzgados de Palermo y expuso su investigación que concluye que Mario Biondo fue asesinado por estrangulamiento. Después de dos exhumaciones del cadáver y tres autopsias, su testimonio es la última esperanza de los suegros de Raquel Sánchez Silva para evitar el archivo del caso en Italia.
El 30 de mayo de 2013 la vida de Mario Biondo se apagó para siempre pero sus últimas horas continúan siendo un misterio. ¿Se suicidó o fue asesinado como mantienen sus padres?. Aunque la justicia española y la italiana han dictaminado que el cámara se quitó la vida, la familia de Biondo ha luchado todos estos años contra este dictamen, asegurando que no se suicidó sino que fue asesinado.
Giuseppe y Santina Biondo han presentado el pasado 2 de octubre nuevas pruebas y testimonios que avalan que fue un asesinato. Entre otras, la investigación de algunos expertos en criminología, como Óscar Tarruella, ex pareja de Mónica Naranjo, que asegura que el marido de Raquel Sánchez Silva murió estrangulado con un cable.
Mario Biondo y Raquel Sánchez Silva no llegaron a celebrar su primer aniversario de boda.
Han pasado casi 7 años y medio desde aquel fatídico día en el que el cámara de televisión, marido de Raquel Sánchez Silva, aparecía muerto en circunstancias extrañas en su domicilio de Madrid, pero a pesar de las derrotas judiciales tanto en España como en Italia, sus padres siguen obcecados en la teoría del asesinato de su hijo. Para tratar de demostrarlo se han realizado varias investigaciones, juicios, tres autopsias y dos exhumaciones de su cuerpo, desatando una guerra mediática y judicial contra su viuda, la presentadora Raquel Sánchez Silva, a quién responsabilizan de la tragedia.
La investigación sobre la muerte del marido de Raquel Sánchez Silva continúa después de que los suegros de la presentadora al conseguir reabrir el caso en Palermo (Italia). El pasado 2 de octubre, sus padres Giuseppe y Santina, aparecían en los juzgados italianos con el semblante triste y la esperanza de encontrar una respuesta positiva a su súplica tras conseguir que el Tribunal de Palermo haya aplazado el archivo de la causa. La familia del cámara se aferra a la más mínima posibilidad para desmontar la versión de las autoridades españolas, que determinaron que el suicidio fue la causa de la muerte.
En España es un caso cerrado pero siguen luchando en los tribunales italianos.
El caso en España ya está cerrado desde que la Audiencia Provincial de Madrid desestimara, en junio de 2016., el recurso de apelación interpuesto por la representación de don Giuseppe Biondo”. El juez señalaba en su auto que los “Los apelantes discrepan de la decisión de mantener el sobreseimiento libre acordado y no reabrir las diligencias ante la documentación aportada, pues entienden que el informe de la autopsia obrante en autos no descarta la criminalidad... y, además no se ha encausado a ninguna persona como posible responsable de los hechos”.
Paralelamente al proceso en España, lugar dónde falleció el joven, los Biondo iniciaron acciones legales en su país natal. Así, siete meses después de la muerte de su hijo, la Fiscalía italiana pidió la exhumación del cadáver y se trasladó hasta los juzgados de Plaza de Castilla para volver a interrogar a todos los testigos del caso. Los peritos forenses contratados por los denunciantes defendieron que la posición en la que apareció el cuerpo de Mario “sería incompatible con un posicionamiento voluntario en el ámbito de una dinámica suicida; y las fuerzas físicas en juego no habrían permitido que la cabeza apareciese en la posición en que se encontró”.
Las diligencias continuaron en el país alpino y el cadáver de Mario Biondo fue exhumado por segunda vez a finales de 2018 para someterle a una tercera autopsia, esta vez a cargo del Instituto Anatómico del Policlínico de Palermo. Además, los Biondo contrataron a un equipo de expertos privados para intervenir en las pruebas que se realizaron al cadáver del marido de Sánchez Silva. Un trámite fundamental para Santina D’Alessandro y Giuseppe Biondo que pretendían demostrar que el forense español que levantó el cadáver de su hijo, José María Abenza Rojo, no había hecho los exámenes pertinentes en la autopsia y al que acusaban de falsear documentos públicos necesarios para la resolución del caso.
Pero de nuevo, la justicia italiana tumbaba sus expectativas al fallar en 2019 que el cámara de televisión se quitó la vida voluntariamente. Aún así, les queda un último cartucho aprovechando la investigación de Óscar Tarruella licenciado en Criminología e instructor de los Mossos d’Esquadra y ex marido de Mónica Naranjo. Experto en trazar perfiles criminalísticos y apasionado de la investigación de campo ha llegado a la conclusión de que “Biondo sólo pudo ser asesinado”. Él y su colega Lluís Duque coinciden en que a Mario lo asesinaron el 30 de mayo de 2013, probablemente dos personas que le conocían y a quiénes permitió entrar en su domicilio.
Según el investigador Oscar Tarruella los asesinos estrangularon a Mario con los cables del televisor.
En la audiencia que se ha celebrado el pasado 2 de octubre, el testimonio del ex marido de Mónica Naranjo es clave para los familiares de Biondo que aportarán nuevos datos y pruebas para defender una versión que abalan varios investigadores españoles. En la vista Tarruella expuso la hipótesis que ha defendido en varios medios de comunicación y en su canal de Youtube: fue un homicidio doloso en el que participaron dos personas que conocían al difunto.
Según Tarruella, dos personas accedieron a la casa que compartía con la presentadora "pasadas las 00:06 horas del 30 de mayo de 2013 e iniciaron una conversación con él. Acto seguido, alguien que previamente desconectó los cables del televisor, se acercó por su espalda, y de forma sorpresiva, pasó uno de los cables alrededor de su cuello y realizando una tracción bidireccional con el mismo, le hizo una estrangulación completa. Mario debió tratar de resistirse, pero una segunda persona presuntamente trató de ayudar al primero a sofocar la respiración de Mario, usando probablemente el cojín que se halló posteriormente en el suelo.”
Basa esta aseveración en unos golpes que presentaba Biondo en la cabeza y que “inconcebible los forenses no lo expusieran en sus informes”. El investigador aseguró que “Los golpes en la parte izquierda de su cabeza y el coágulo encontrado en su cerebro en la segunda autopsia podrían haber ocurrido perfectamente al arrastrar el cuerpo durante la estrangulación, golpeándose, por ejemplo, con la mesa del comedor, que tiene esquinas redondeadas, las cuales no dejaría corte alguno sobre cara y cuero cabelludo.”
A la espera de que se pronuncie la justicia, este testimonio y la investigación realizada por dos expertos españoles es la última esperanza de los Biondo para evitar el cierre definitivo del caso. Un caso que no permite ni a su hijo ni a su viuda descansar en paz.
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