El actor que se dio a conocer por la saga Harry Potter ha confesado ante la televisión italiana lo duro que le resultó lidiar con la fama durante la adolescencia, "me preguntaba si seguiría siendo el mago de Hogwarts para siempre”, confesaba, además de reconocer que “mi alcoholismo se debe a Harry Potter”.

Además, el intérprete ha señalado que “en parte, la causa de todo lo que me sucedió a mí fue el pánico. La aventura estaba terminando y no estaba seguro de qué haría después”, algo lógico ya que los protagonistas (Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint) de la saga cinematográficainspirada en las novelas de J. K. Rowling dedicaron su adolescencia, desde los 11 a los 21 años, al rodaje de las películas.

“No me sentía cómodo conmigo mismo, ni con la versión sobria de mí. Entonces bebí. Si salía y me emborrachaba, la gente me miraba con interés y curiosidad, porque no era solo una persona ligeramente brillante, todavía era el niño Harry Potter”, ha revelado. “Es como cuando la gente habla de Justin Bieber yo les digo: ‘su vida debe ser muy loca ahora’. No se imaginan cuanto te puede abrumar la fama y estar tan expuesto. Parece que por tener un gran trabajo y ser rico no tienes derecho a estar triste o incómodo", afirma.

Finalmente, el actor confesó que salío del “círculo vicioso” con la ayuda de sus padres. “Ellos no beben pero el alcoholismo ha marcado a varias generaciones de mi familia”.