Gastronomía
El menú solidario de los chefs: miles de platos calientes
Ricard Camarena idea «Desde Valencia para Valencia», una iniciativa para reactivar la economía de los pueblos
Los pueblos más perjudicados por la DANA aún continúan sin luz, agua, ni gas, de ahí que en primera línea de batalla continúen centenares de voluntarios y numerosos de nuestros cocineros. Ricard Camarena lleva alimentando desde el inicio de la tragedia natural a los supervivientes y, tras realizar comidas a gran escala y llegar a completar 54 palets con raciones, unos 70.00 platos, ahora piensa que es el momento de visualizar lo que va a ocurrir dentro de un par de semanas, «que es lo realmente preocupante». De ahí que se movilizara para idear con el apoyo de Begoña Rodrigo y Quique Dacosta, «sin su comprensión no hubiera sido posible», reconoce, el proyecto «Desde Valencia para Valencia». Con el objetivo de conseguir recursos económicos para reconstruir los hogares y los negocios de los damnificados, se trata de una iniciativa solidaria a nivel mundial respaldada por la Asociación Valenciana de Empresarios. Lo está, porque nace con la misión de recuperar las zonas devastadas poniendo también un foco en restablecer los negocios de los autónomos, comerciantes y empresas con menos de 25 trabajadores y de esta manera contribuir a mantener el empleo. ¿Cómo? Con cenas benéficas y donaciones. De hecho, el 13 de diciembre chefs de toda España y de varias ciudades del mundo se pondrán la chaquetilla para servirlas de manera simultánea. Y, quien no pueda acudir, habrá una «Fila 0» habilitada en www.desdevalenciapara valencia.com para que pueda donar dinero desde mañana mismo: «La idea es recuperar el tejido empresarial para mantener el empleo en su totalidad», detalla Camarena, quien asegura que «en España, todos los cocineros van a participar». Se han unido los Roca, Nandy Jubany, Pepe Rodríguez Rey, Ángel León, Carmelo Bosque, Eneko Atxa, Pepe Solla y Javier Olleros, por mencionar solo algunos. Las citadas cenas tendrán lugar dentro de un mes, asegura, porque no quiere que con el paso del tiempo la tragedia de Valencia se olvide: «Esto va para largo y una vez limpios los pueblos hay que reactivar su economía devolviéndoles los negocios», afirma Rodrigo al tiempo que promete que se van a encargar de que el cien por cien del dinero donado llegue a su destino». A su lado, Camarena apunta que el deseo es que «todo el foco mundial de la gastronomía esté centrado en nuestra ciudad con un propósito digno y loable. Quiero que el día 13 de diciembre sea el nuevo día de la Comunidad Valenciana. Tenemos que usar la cabeza, porque lo importante es el poder de convocatoria y el foco mediático que tenemos los cocineros», continúa antes de anunciar que el primer millón de euros lo dona José Andrés quien, por cierto, también participará en la organización de la cena en EE UU. Lo mismo Massimo Bottura, en Italia, Harry Sasson, en Colombia, René Redzepi, en Copenhague, y Alex Atala, en Brasil. Y, por supuesto quien ha puesto todos los recursos con los que cuenta gracias a los restaurantes que son de su propiedad en Valencia a disposición de los damnificados es Quique Dacosta, ya que de sus cocinas han salido cerca de 3.000 comidas diarias.
Dignidad
A Vicky Sevilla aún le cuesta mantener una conversación sin la voz entrecortada. Natural. A su pareja, la lluvia torrencial la pilló en la carretera y, aunque está bien, el susto aún permanecerá un tiempo en el cuerpo de la cocinera de Arrels, con una estrella Michelin en Sagunto. A pesar del «shock» cocina para que a Aldaia llegue comida caliente, ya sea macarrones con pisto y atún, un guiso de garbanzos con parpatana, lentejas con chorizo y alubias con verduras. Nos lo cuenta mientras conduce junto al Centro Comercial Bonaire: «Es alucinante. No te lo puedes ni imaginar lo que estoy viendo ahora mismo. Es muy fuerte». Tanto es así, que Luis Valls, Juan Sahuquillo, Javier Sanz, Germán Carrizo, Carito Lourenço, Vicente Patiño, Edu Torres, Susi Díaz, Javier Aparicio y Xanty Elías insisten desde la zona cero que no nos podemos olvidar de lo ocurrido en un par de semanas.
«Hay que ser en estos momentos precisos con la ayuda, porque si no ésta se convierte en un problema para poder gestionar a dónde va. Lo importante ahora es la limpieza del barro en los miles de garajes. A veces, lo mejor es donar dinero a las personas que lo necesitan para que se compren ellos lo que realmente necesitan. La gente no quiere nuestra limosna, sino su dignidad. Y eso se consigue si escuchamos lo que nos piden». Estas son palabras de José Andrés, presente con varios puntos con World Central Kitchen, la asociación sin ánimo de lucro, que fundó en 2010 para atender a todas las personas supervivientes de una catástrofe natural en cualquier parte del mundo. Premio Princesa de Asturias de la Concordia, el asturiano trabaja junto a Pepa Muñoz, entre otros muchos chefs, quien forma parte de la organización desde la pandemia: «Estamos presentes en varios puntos, sí, en Paiporta, en Picanya, en Alfafar y en Torrent, entre otros, porque tenemos que atender muchos servicios de emergencia. Piensa que no hay nada, ni gas, ni luz», puntualiza la cocinera de El Qüenco de Pepa: «Preparamos mucho arroz, ragut, patatas con costillas y bocadillos contundentes y nutritivos. Hacemos platos equilibrados con proteína y verduras y con hidratos y carbohidratos en su proporción adecuada. Date cuenta de que, si subimos a personas mayores la comida, les dejamos raciones para el almuerzo y la cena». Además de cocinar, están comprando botas, palas y cepillos, que les han pedido desde el ayuntamiento. ¿Y las próximas semanas? Preguntamos: «Trabajaremos desde las cocinas de Madrid. Piensa que también seguimos prestando nuestra ayuda en Ucrania, en Afganistán y en Gaza. Esta es una emergencia de larga duración, la gente aún no puede cocinar, ni ducharse. Nosotros seguiremos allí apoyando todo lo que podamos».
Dosificar las donaciones
Llegados a este punto de la tragedia, lo que nos pide a nosotros es que dosifiquemos las donaciones y que no nos olvidemos de la catástrofe. Botas altas para andar por el fango y bolsas de plástico grandes, estilo las de jardinería para meter «de todo» ahora son realmente útiles. Nino Redruello también forma parte de los equipos de WCK. Por eso, ha viajado con varias elaboraciones, como potaje, lentejas, cocido y alubias. Todo termosellado para regenerar en el horno de vapor y una vez caliente meterlo en tuppers para distribuir: «Además, hemos llevado leche, galletas, arroz y huevos. Y mandamos otras preparaciones a Yurest, empresa con restaurantes valenciana, a donde llegaron escalopes, croquetas y pollo, entre otros alimentos». El domingo, pasó la mañana ofreciendo chocolate con churros ante un colegio de Aldaia, a donde se acercaron numerosas familias con niños: «Ya estoy viendo cuando puedo volver, porque esto va para largo. Si vieras la cantidad de municipios afectados es increíble. Van a tener que pasar muchas semanas para que la gente vuelva a su normalidad. Desde World Central Kitchen me dicen que están colapsados, todo el mundo quiere ayudar, pero ésta debe llegar escalonadamente, porque cuando se deje de hablar de este caos en las noticias es cuando hay que volver allí», nos deja claro.