Un robo de 800 euros y una botella de whisky concluye en dos años y medio de prisión

De madrugada, cuando el silencio de la noche se impone al bullicio de la gran ciudad, un pequeño establecimiento de A Coruña vivía uno de esos robos que casi siempre acaban mal para el autor. En este caso, un hombre con un largo historial de condenas a sus espaldas, que forzó la ventana del local antes de poner en práctica sus conocimientos.

Con precisión y rapidez, se coló en el interior, llevándose consigo 800 euros en metálico y una botella de whisky etiqueta negra. Un botín que, sin embargo, no le saldrá barato: el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acaba de confirmar su condena a dos años y seis meses de prisión por robo con fuerza, agravado por su reincidencia.

La Sección Primera de la Audiencia Provincial de A Coruña ya había dictado sentencia el 25 de octubre de 2024, considerando probado que este hombre, nacido en 1972 y con múltiples condenas previas por delitos similares, había irrumpido en la tapería con la intención de obtener un beneficio económico. Actuación empeorada por el hecho de que, además de llevarse el dinero de la caja y el licor, causase daños en el establecimiento, rompiendo la ventana y el cajetín de la máquina registradora.

A pesar de los intentos de su defensa por recurrir el fallo, el TSXG ha ratificado la sentencia. Su recurso se basaba en la presunción de inocencia, argumentando que la única prueba directa eran cuatro huellas dactilares parciales halladas en la ventana por la que accedió al local.

Su abogada esgrimió que el acusado era un cliente habitual del establecimiento, por lo que sus huellas podían haber llegado allí de manera casual. Sin embargo, el tribunal desestimó este argumento, subrayando que las huellas estaban en un punto de acceso que sólo pudo tocarse en el momento del robo, cuando se forzó la ventana.

Un largo historial

El condenado no es un desconocido para la justicia. Su historial delictivo incluye múltiples condenas por robos con fuerza, violencia e incluso por el hurto y uso indebido de vehículos.

En este sentido, en 2004 ya había sido sentenciado a cinco años y cuatro meses de prisión por varios delitos de robo con fuerza y violencia. Y en 2008 obtuvo una condena de un año y seis meses por robo con fuerza.

A pesar de haber cumplido estas condenas, volvió a reincidir en mayo de 2021 con el asalto a la tapería. Su reincidencia ha sido clave en la sentencia actual, agravando la pena impuesta.

El coste de una noche de robo

Además de la pena de cárcel, el hombre deberá indemnizar a la propietaria del local con 121 euros por los daños en la máquina registradora, un coste que el seguro no cubrió. Sin embargo, no se le exigirá compensación por la ventana rota ni por la botella de whisky sustraída, ya que la aseguradora reembolsó 107 euros por estos daños.

Aunque la sentencia del TSXG es firme en Galicia, la defensa aún tiene la opción de presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Por ahora, el hombre deberá cumplir su condena. Una que comenzó con 800 euros y una botella de whisky que terminará con dos años y medio entre las rejas.