Alerta sanitaria
Ocho años sin bañarse: las razones detrás del cierre de la Playa de Ber en Pontedeume
La Playa de Ber, situada en el municipio gallego de Pontedeume, lleva cerrada al baño desde 2016.
Desde este miércoles, el Concello de Pontedeume ha reforzado la señalización que prohíbe el baño en la Playa de Ber, colocando nuevos carteles en las dos entradas principales. Hasta ahora, solo existía un aviso en el estacionamiento, lo que pasaba desapercibido para muchos visitantes. Este refuerzo se hizo a petición de la Consellería de Sanidade, tras la aparición de un brote de gastroenteritis que afectó a varias personas en la zona.
El Partido Popular de Pontedeume solicitó al Ayuntamiento que mejorara la información sobre la prohibición del baño, ya que la señalización previa no era suficientemente visible. Esta petición se produjo después de que los últimos análisis de agua realizados por la Consellería de Sanidade mostraran resultados preocupantes, aunque difieren de los obtenidos por las pruebas encargadas por el propio Concello.
El alcalde de Pontedeume, Bernardo Fernández, explicó que las diferencias en los resultados de las analíticas se deben a los distintos puntos de muestreo. Mientras que el Ayuntamiento realiza las pruebas en la zona de baño más habitual, la Consellería toma muestras en el área donde desemboca un colector, lo que afecta negativamente los resultados.
A pesar de la prohibición, muchos residentes y visitantes siguen bañándose en la Playa de Ber. Según Fernández, el 90% de los residentes locales conocen la prohibición, pero ignoran los riesgos asociados. Además, el alcalde desvincula el brote de gastroenteritis de la calidad del agua en Ber, señalando que casos similares también se han registrado en otras localidades como Ares, Narón y Miño. La Consellería ha abierto un protocolo de investigación para determinar el origen exacto del brote.
En 2016 se iniciaron los trámites para resolver el problema de los vertidos. El proceso ha sido largo y complicado, incluyendo la redacción del proyecto en 2018, la obtención de autorizaciones sectoriales, y la adjudicación de las obras. Actualmente, el proyecto cuenta con un presupuesto de 957.968 euros y las obras están en su fase final.
Según el alcalde, se espera que la obra finalice después del verano, quedando pendiente solo la conexión del último bloque de apartamentos y la instalación eléctrica necesaria para el bombeo. Una vez completadas las obras, se bombearán los residuos directamente a la planta depuradora, lo que pondrá fin a los vertidos en la playa.
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