La música y el baile tradicionales de Galicia, camino a ser Bien de Interés Cultural

La Xunta de Galicia ha dado el primer paso para declarar como Bien de Interés Cultural (BIC) del Patrimonio Inmaterial a la música y el baile tradicionales gallegos, según recoge la resolución publicada este lunes en el Diario Oficial de Galicia (DOG). Este reconocimiento busca proteger y promover uno de los pilares más significativos de la tradición cultural gallega, caracterizado por una transmisión oral que ha perdurado durante generaciones.

La resolución subraya la estrecha relación entre música y baile en Galicia, destacando que ambos son manifestaciones inseparables de su tradición cultural. "El baile precisa de la música para expresarse y, al mismo tiempo, la música tiene su razón de ser en servir de soporte para la práctica del baile", señala el texto del DOG. Este vínculo profundo entre ambas artes fundamenta su inclusión como patrimonio cultural inmaterial.

El expediente deberá resolverse en un plazo máximo de 24 meses. Durante este tiempo, la música y el baile tradicionales gallegos quedarán inscritos de forma preventiva en el Registro de Bienes de Interés Cultural de Galicia. Además, se abre un periodo de información pública de tres meses, en el que cualquier persona o entidad podrá consultar el expediente y presentar alegaciones.

Un recorrido histórico del baile tradicional gallego

El baile tradicional gallego tiene una larga historia marcada por su diversidad y riqueza cultural. Entre las manifestaciones más representativas destacan la muñeira, la xota y, en las áreas cercanas a Portugal, las polcas. La muñeira, el ritmo más emblemático, se caracteriza por su estructura musical rápida y alegre, lo que la ha convertido en una de las danzas más populares y con más variantes dentro y fuera de Galicia.

Estos bailes surgieron como parte integral de las festividades populares, donde las comunidades se reunían en las plazas principales al son de gaitas y panderetas. La música era fundamental, con los gaiteiros y las cantareiras desempeñando un papel crucial para acompañar las danzas.

Esta tradición se mantiene viva en numerosos pueblos gallegos, donde grupos de baile y bandas de gaitas perpetúan estas expresiones culturales.

Medidas de salvaguarda

El DOG también incluye una serie de medidas para garantizar la protección y difusión de estas manifestaciones culturales.

Entre ellas, destaca la creación de un archivo audiovisual público y gratuito en la red, que recopile y preserve materiales documentales, sonoros y audiovisuales relacionados con la música y el baile tradicionales de Galicia. Este archivo tiene como objetivo fomentar el acceso y el uso de este patrimonio, especialmente entre las nuevas generaciones.

Se promueve además la colaboración entre el sistema universitario gallego, administraciones públicas y entidades privadas para asegurar la preservación, catalogación, análisis y digitalización de los materiales relacionados con estas artes. Las ayudas y subvenciones públicas valorarán positivamente aquellas iniciativas enfocadas en la enseñanza y la transmisión de conocimientos sobre música y baile tradicionales.

En el ámbito educativo, se insta a docentes y asociaciones de padres (ANPA) a crear materiales didácticos que incorporen estos contenidos tanto en la enseñanza formal como en la no formal. Los medios de comunicación también jugarán un papel importante al superar los estereotipos sobre la cultura tradicional, promoviendo una visión contemporánea y dinámica.

Evaluación futura

Nueve años después de la declaración como BIC, se realizará un estudio de actualización que evalúe el estado del bien y el impacto de las medidas de salvaguarda aplicadas. Este seguimiento busca asegurar que el reconocimiento contribuya efectivamente a la preservación y revitalización de estas manifestaciones culturales.

Con esta iniciativa, Galicia reafirma su compromiso con la protección de su patrimonio inmaterial, destacando el papel central de la música y el baile tradicionales como expresión viva de su identidad cultural. Este proceso supone un reconocimiento y un impulso para preservar y adaptar estas tradiciones al mundo contemporáneo, garantizando su legado para las generaciones futuras