Más pruebas en el juicio de Samuel Luiz: el ADN apunta a dos acusados

La Audiencia Provincial de A Coruña acogió este jueves una nueva sesión del juicio contra los cinco acusados por la muerte violenta de Samuel Luiz en julio de 2021, para los que se solicitan penas que oscilan entre los 22 y 27 años de prisión con base en agravantes de discriminación por orientación sexual en dos de ellos. Durante la jornada, se presentaron nuevas pruebas de ADN y declaraciones policiales que fortalecen la acusación contra varios de los acusados.

En este sentido, agentes de la Policía Científica revelaron que se encontraron restos de ADN de Diego Montaña -quien según los testimonios que han ido saliendo estas semanas inició la agresión-, en el rostro de la víctima, lo que, según los especialistas, indica una interacción violenta entre ambos.

Esta presencia de ADN, explicaron, suele ser habitual en agresiones físicas intensas o en casos de estrangulamiento. Además, mencionaron que el perfil genético de Alejandro Freire, alias "Yumba", fue identificado en los fragmentos de una botella rota en el lugar de la agresión, vinculándolo con un objeto utilizado en el ataque y que, según testigos, extrajo de un pub antes de la pelea.

En esta línea, cabe recordar que varios testigos señalaron en anteriores sesiones del proceso cómo escucharon sonidos de cristales rotos y golpes esa madrugada en el paseo marítimo de A Coruña, donde se produjeron los hechos.

Durante la audiencia, los agentes explicaron que los análisis de ADN mostraron una “gran fricción y sometimiento”, un dato que apunta a la brutalidad del ataque y que generó dudas entre las defensas, que intentaron cuestionar si la presencia genética podría deberse a otro tipo de contacto.

Sin embargo, los agentes afirmaron que el nivel de ADN presente en el rostro de la víctima sugiere un contacto directo y prolongado, lo cual refuerza la versión de una agresión física.

Implicación de Kaio Amaral Silva

Otro momento clave de la sesión fue la declaración de un agente que interrogó a Kaio Amaral Silva, otro de los acusados, quien inicialmente acudió a la Policía de manera voluntaria.

Según el relato policial, Amaral Silva dio información detallada sobre los implicados, incluyendo fotografías y direcciones, y sostuvo que solo fue un observador de los hechos. No obstante, en otras declaraciones posteriores, admitió haber arrojado el móvil de la víctima en un contenedor próximo a su domicilio, confirmando su participación en el robo y el posible encubrimiento del caso.

Amaral Silva también mencionó a otros implicados, entre ellos a Catherine Silva, pareja de Diego Montaña en ese momento, así como a otros testigos que no están directamente procesados en esta causa.