
Trabajo
Galicia pierde 1.600 millones al año por absentismo laboral
Expertos y empresas analizan en Vigo un fenómeno que sitúa a la comunidad como la cuarta con más bajas al rozar ya el 8%

El absentismo laboral sigue creciendo en Galicia hasta alcanzar niveles preocupantes. Según los últimos datos analizados en un encuentro empresarial celebrado en el Círculo de Empresarios de Galicia, la comunidad registra ya una tasa de absentismo del 8%, lo que la sitúa como la cuarta más alta de España, por encima de la media estatal. Su impacto económico se eleva hasta los 1.600 millones al año: 782 millones de euros en pérdidas para las empresas gallegas y cerca de 850 millones en costes para la Seguridad Social durante 2023.
El foro, organizado por Aedipe Galicia, reunió a responsables de recursos humanos, inspectores de trabajo, expertos en salud laboral y académicos, con el objetivo de analizar las causas del fenómeno y debatir posibles soluciones para reducir sus efectos en la productividad y el bienestar de las personas trabajadoras.
Durante la jornada, el presidente de Aedipe Galicia, Xurxo Arias, y el secretario general, Emilio Pérez Troncoso, señalaron que el absentismo preocupa al tejido empresarial y a las administraciones públicas, ya que “su impacto en la productividad alcanza niveles críticos”.
El evento contó con ponentes como Ana Pouso, jefa de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Pontevedra; Carlos Llanos, delegado territorial de AMAT en Galicia; Marta Nores, coordinadora de Fremap; el consultor de RRHH Sergio Pereira; y el profesor Xavier Martínez Cobas, de la Universidade de Vigo, quien colaboró en la elaboración del informe base del encuentro.
Entre las causas señaladas del alto absentismo gallego destacan factores como el envejecimiento de la población, la composición sectorial —con fuerte peso en sectores más expuestos al desgaste físico— o la creciente necesidad de cuidados familiares.
Buenas prácticas y fórmulas de éxito
Más allá del diagnóstico, el encuentro apostó por un enfoque constructivo y centrado en la prevención, el diálogo interno y el cambio cultural en las organizaciones. Varios representantes de empresas compartieron sus estrategias para reducir el absentismo, con un foco claro: el bienestar laboral como herramienta de fidelización del talento.
Casos como el de Mahou San Miguel (con Ana María Ávila), El Corte Inglés (con Santiago Rocha) o Votorantim Cimento (con Alberto Carrillo) sirvieron de ejemplo de cómo se puede actuar con éxito desde dentro. Esta última, de hecho, ha sido reconocida con el distintivo “Great Place to Work”, que distingue a las mejores empresas para trabajar gracias a sus medidas a favor del bienestar de su plantilla.
Entre las recomendaciones más repetidas a lo largo de la jornada destacaron el establecimiento de canales de comunicación fluidos entre dirección y equipos; el refuerzo de las políticas de salud mental y flexibilidad laboral; la introducción de planes de reconocimiento y sentido de pertenencia; o la aplicación de una visión integradora, que tenga en cuenta las realidades personales y familiares de los trabajadores.
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