Este lunes ha comenzado en la Audiencia Provincial de Ourense el juicio contra una mujer de 26 años en el momento de los hechos, acusada de asesinar y descuartizar, en agosto de 2021, a un hombre de 53 años con el que había iniciado una relación a través de internet.

En una breve declaración, la acusada admitió los hechos ante el tribunal de jurado, reconociendo haber asfixiado a la víctima y desmembrado su cuerpo, tras convivir con él unos días en su casa de Cortegada (Ourense).

Según explicó la procesada, conoció al hombre por una red social en ese mes de agosto de 2021. Tras intercambiar mensajes durante varias semanas, ambos acordaron que él se desplazara desde Castelldefels, Barcelona, hasta la residencia de ella en una pequeña aldea de Cortegada. El hombre llegó a Vigo el 20 de agosto, donde fue recogido por la acusada.

La convivencia entre ambos apenas duró tres días y estuvo marcada por frecuentes discusiones, según declaró la mujer.

En este marco, ella suministró al hombre una dosis de medicación hipnótica y antidepresiva que tenía prescrita, lo que provocó que él cayera en un estado de inconsciencia. Aprovechando esta situación, lo asfixió con una almohada.

Desmembramiento y desaparición del cuerpo

Tras cometer el asesinato, la acusada trasladó el cuerpo al jardín de su vivienda, donde realizó varias hogueras. En una de ellas, roció gasolina sobre el cadáver para acelerar su descomposición, lo que provocó que se redujera a cenizas en gran parte, salvo algunos huesos y el pie izquierdo, que enterró en el terreno. Este último fue hallado por las autoridades, convirtiéndose en el primer indicio del macabro suceso.

Durante su confesión, la mujer reconoció que, además de quemar el cuerpo, lo había troceado antes de esparcir los restos por un bosque cercano.

La acusación

El Ministerio Público califica los hechos como asesinato y solicita una condena de 18 años de prisión para la acusada, además de una indemnización de 70.000 euros para la hija del fallecido y 65.000 euros para su madre.

La Fiscalía también ha pedido que se tenga en cuenta la atenuante de alteración psíquica, dado que la mujer padece un trastorno de ansiedad y obsesivo-compulsivo, con una afectación moderada en el momento del crimen. Sin embargo, la Fiscalía subraya que esta alteración no afectó su capacidad para deshacerse del cadáver.

El juicio continuará en los próximos días, y el tribunal deberá determinar si la acusada era plenamente consciente de sus actos o si su salud mental influyó en la comisión del delito.