Sucesos
Mueren un instructor y su alumna al estrellarse un avión del Ejército en el Mar Menor
Avisaron por radio de la avería y trataron de amerizar sin éxito en el Mar Menor. En los últimos dos años han fallecido cinco militares en accidentes
Avisaron por radio de la avería y trataron de amerizar sin éxito en el Mar Menor. En los últimos dos años han fallecido cinco militares en accidentes.
El Ejército del Aire y la Academia General de San Javier (Murcia) vuelven a estar de luto tras la muerte ayer de un instructor y su alumna al caer el avión en el que viajaban en el Mar Menor. Y es que este trágico accidente es el segundo en menos de un mes que se produce en este centro de enseñanza, pues el pasado 26 de agosto perdió la vida otro profesor, el comandante Francisco Marín Núñez. Un negro arranque del nuevo curso en la Academia que vuelve a poner en el punto de mira la antigüedad de las aeronaves de enseñanza, que entraron en servicio en España en los años 80. Con estas dos nuevas muertes se elevan a 48 los fallecidos en un total de 28 accidentes de aviones militares desde 1998. Si solo hablamos de aeronaves de enseñanza, en el mismo período de tiempo han perdido la vida 12 efectivos en nueve siniestros. Eso sí, el aparato siniestrado ayer no había sufrido un accidente desde septiembre de 1989.
Este avión era también de instrucción, concretamente del modelo «T-35C Pillán» o «Tamiz», con el que se realiza la enseñanza elemental en San Javier. El día anterior, el martes, había volado sin problemas y pasado una revisión. Lo mismo que ayer por la mañana, cuando fue inspeccionada y había realizado ya un vuelo con anterioridad.
Eran las 11:20 cuando el comandante Daniel Melero y la alférez alumna de tercer curso Rosa María Almirón despegaron de la base aérea de San Javier. Por delante tenían casi una hora para practicar despegues y aterrizajes, algo que se hace habitualmente antes de pasar a otros ejercicios, tal y como confirmaron desde el Ejército del Aire. En total, debían llevar a cabo tres maniobras completas y a las 12:15 estaba previsto su regreso a la base.
Pero algo falló cuando estaban completando la tercera salida. El reloj marcaba las 12:13 horas y el avión volaba en paralelo a la playa de Barnuevo, a unos 300 metros de distancia, en dirección a la pista del aeródromo, ya en la parte final del circuito de tráfico, explican fuentes militares. Iba bajo, bastante más de lo habitual, según algunos de los testigos que se encontraban en la zona y que están acostumbrados a la presencia constante de aviones militares. Tal y como confirmó la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, los tripulantes avisaron de que tenían un fallo en el motor segundos antes de caer.
Según las mismas fuentes, cuando el motor se paró intentaron sin éxito un amerizaje de emergencia en el Mar Menor, pero no pudieron evitar estrellarse contra el agua en una zona poco profunda. Además, estos aviones no cuentan con asientos eyectables como sí tienen los cazas y la única medida de seguridad es el paracaídas que llevan, pero a esa altitud era imposible usarlo. Tanto el comandante como la alférez fallecieron como consecuencia del impacto.
Ahora, será la Comisión para la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) la que tendrá que determinar qué ocurrió para que el avión se estrellase después de haber realizado varios vuelos y revisiones en menos de 24 horas. Y sobre todo, al estar en manos de un experimentado piloto que acumulaba 5.245 horas de vuelo. Desde el Ejército del Aire aseguran que el avión estaba en «perfectas condiciones» y había sido examinado antes de despegar, «como todos los aviones que se sacan a la línea», explican.
De nuevo, la polémica vuelve a rodear a estos aviones por su antigüedad. Y es que el «Tamiz» (con 39 unidades operativas) entró en servicio en 1987 y su jubilación está prevista para dentro de 10 años. Mientras, el C-101 que se estrelló el 26 agosto tiene casi 40 años de servicio y ya está en marcha el programa para sustituir parte de la flota.
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