El desafío independentista
Torra contactó con los CDR el día del Consejo de Ministros en Barcelona
El día en que se celebró el Consejo de Ministros en Barcelona, un intermediario preguntó a uno de los detenidos ahora en prisión «si eso terminaba o no porque Torra no podía hablar».
El día en que se celebró el Consejo de Ministros en Barcelona, un intermediario preguntó a uno de los detenidos ahora en prisión «si eso terminaba o no porque Torra no podía hablar».
Durante la declaración ante la Guardia Civil de Ferran Jolis, uno de los integrantes de los Comités de Defensa de la República (CDR) investigados por terrorismo actualmente en prisión provisional, el nombre del presidente de la Generalitat salió a la palestra en relación con los incidentes registrados en Barcelona el 21 de diciembre del pasado año durante la celebración del Consejo de Ministros en la ciudad condal. Jolis –a quien los investigadores atribuyen una «posición preeminente en la estructura interna del Equipo de Respuesta Táctica (ERT), la rama más radical y violenta de los CDR– aseguró a los agentes en la Comandancia de Tres Cantos (Madrid) el pasado 24 de septiembre, dos días antes de comparecer en la Audiencia Nacional, que el 21-D recibió una llamada de un tal Juliá «diciéndoles que estaba en contacto con Quim Torra». «Le preguntó si eso terminaba o no –relató en su declaración– porque Torra no podía hablar».
Jolis explicó que a continuación él llamó a «Punisher», su contacto en la Policía Local de Barcelona, quien le dijo «que había cargas policiales en Vía Layetana, pidiéndole que llevara a los bomberos para allá». Esa fue, según dijo, «la única acción en la que participó» vinculada al «Sanitaris per la República» tras reunirse anteriormente con el tal «Punisher» para instruirle acerca de pautas de coordinación para poner en marcha distintos movimientos a favor de una república catalana en sectores profesionales como bomberos, forestales, etc.
Los móviles, al microondas
Su interlocutor, Juliá, «que cree que es programador de sistemas», según contó a los agentes fue quien le sustituyó como representante de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) «especialmente en el dispositivo del 21 de diciembre de 2018». Fue el propio Jolis quien propuso el nombre de esa comisión «por ser más fiel a sus valores éticos, pensando más en las personas». Paradójicamente, al mismo tiempo explicó que fue en el seno de esa CNS donde «surte el RT (Respuesta Táctica)», aunque no fue él quien propuso ese nombre ni lo creó, sino que «surgió como consecuencia del 30G». En referencia a las protestas durante la investidura fallida de Carles Puigdemont a distancia en el Parlament el pasado 30 de enero. «Esto surge porque el 30G se esperaba mucha gente».
Jolis –responsable de la seguridad de las comunicaciones entre los miembros del ERT– dio también detalles de las medidas que adoptaban durante las reuniones territoriales de los CDR para evitar filtraciones y que se interceptaran sus comunicaciones. Según contó, les hacían dejar los móviles o apagarlos, e incluso «meterlos en cazuelas, microondas o ponerlos en modo avión». Fue un integrante del CDR nacional, un tal Robert, a quien conoció en el CDR de Santa Perpetua y «que se encadenó en la Bolsa», el que le propuso «asesorar en el tema de seguridad informática por su experiencia» en esta materia.
«Crearemos el caos»
Otro de los integrantes del ERT en prisión, Xavier Duch, dejó clara en una conversación intervenida por la Guardia Civil el pasado 25 de febrero cuál era la estrategia a seguir. Duch asegura a la pareja de Ros, Montserrat –quien le recuerda su máxima de «organización, planificación, estrategia y una persona que lidere– que «si el Gobierno no está por la labor, crearán el caos única y exclusivamente». Y «que pete por donde quiera».
Un mes después, Duch asegura en otra conversación que tiene pendiente «el tema pólvora» pero «no lo puede hablar por teléfono».
«Hay que ir a por ellos»
La Guardia Civil cree que hace referencia a alguna sustancia explosiva que «podría ser utilizada por el ERT para llevar a cabo alguna acción contra algún objetivo que tuvieran marcado». Duch era un viejo conocido de los agentes, porque durante las últimas fiestas de Sabadell contactaron con él para «el control de la pirotecnia», por lo que «podría tener acceso a diferentes sustancias como la pólvora».
La transcripción de las escuchas telefónicas evidencian igualmente la determinación de los CDR en prisión de pasar a la acción. En una conversación telefónica entre Jordi Ros –a quien la Guardia Civil atribuye un «papel relevante» en la «adquisición, fabricación y puesta a prueba del material explosivo»– y Duch, el primero asegura que «deberían empezar a mover las cosas porque las noticias avanzan desfavorablemente» y según él «puede haber un tsunami».
Ros no se anda por las ramas. «Van a ir por nosotros y hay que ir a por ellos ya», apremia a Duch, que se muestra de acuerdo. «Sí, buena idea». El mismo Ros y Alexis Codina –quien utilizaba su domicilio como «laboratorio» para la preparación de explosivos– vieron juntos el pasado septiembre un vídeo en inglés sobre «la actuación de la termita en el derribo de las torres gemelas el 11-S». «Yuhuuuu, ¿te ha molado?», preguntó Codina, quien se muestra entusiasmado: «Pu Pumba...bumba...yihihi».
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