Gobierno
Sánchez quiere ir a una investidura «cuanto antes»
El PSOE negocia en paralelo dotar de estabilidad a la legislatura, cerrando el apoyo a los futuros presupuestos
El presidente del Gobierno comienza a despejar dudas. Después de semanas sumido en la «máxima discreción» apelando al «respeto institucional y democrático» al encargo del Rey y a lo que consideraba el «tiempo de Alberto Núñez Feijóo» para someterse a su investidura, desde el PSOE comienzan a emitir señales de optimismo sobre el éxito de una futura investidura. El propio Pedro Sánchez esta semana durante su viaje a Nueva York se ha mostrado seguro de que prosperará, señalando que no valora una repetición electoral, pero dejando los detalles para el momento en que tenga el encargo oficial por parte de Felipe VI.
Fuentes socialistas critican, sin embargo, que mientras ellos «dejaban hacer» al PP, la respuesta de Génova haya sido «apelar a la división interna del PSOE e incluso a tránsfugas, pedirnos el apoyo para gobernar dos años derogando el sanchismo o manifestarse contra nosotros», en alusión a la movilización de ayer. «Feijóo no está trabajando para ser presidente, sólo trabaja para impedir que lo siga siendo Sánchez», dicen las citadas fuentes a LA RAZÓN.
En Ferraz aseguran que «cuando toque» se pondrán en marcha para lograr un acuerdo, bajo la premisa del «progreso y la convivencia». Y también de la «estabilidad». No solo se está negociando superar la primera meta volante de la investidura, sino también la legislatura, esto es, desbrozar el camino de futuros pulsos y exigencias condicionadas por el calendario electoral. Además de la votación para ser presidente, Sánchez también quiere amarrar la de los futuros presupuestos para evitar, en la medida de lo posible, un desgaste continuado.
Durante estas semanas de compás de espera ya se han dado avances y la vocación de Sánchez es someterse a una investidura «cuanto antes», una vez que fracase el líder del PP. Los socialistas son conscientes de que no tienen el control total de los tiempos, porque primero deben darse hitos como una nueva ronda de contactos del Rey con los partidos políticos, pero su intención es que el Gobierno recupere sus plenas funciones en el menor tiempo posible.
A pesar de la complejidad del pacto con los independentistas y del reto de hacer compatibles a rivales políticos en las urnas como ERC y Junts o PNV y Bildu, en Moncloa intentan poner el foco en el «para qué» y no en el «con quién». «En ese para qué están las políticas que están consiguiendo que España sea el país que más crece y que más empleo crea de la UE, el que tiene la inflación más baja, las pensiones, la reforma laboral, los avances en derechos, los fondos europeos…», enumeran las fuentes consultadas.
Sánchez se siente legitimado para dar pasos con el independentismo por el resultado que emanó de las urnas el 23J y que supuso un freno a un futuro gobierno de PP y Vox. «Los resultados electorales han dejado una gran oportunidad para dar un paso definitivo hacia la convivencia. El PSOE es consciente y esperamos que el resto de los actores lo sean también», advierten fuentes socialistas a sus interlocutores en la negociación. En el entorno de Sánchez creen que este aval, unido a que sus cinco años de gobierno previos se han desarrollado dentro de la Constitución son una garantía de que se seguirá dotando al país de «estabilidad, convivencia y paz social». «Nos avalan los hechos, y todo lo que haremos será coherente con lo que hemos hecho», dicen las citadas fuentes, que se muestran convencidas de que «vamos a tejer una mayoría como hemos hecho ya con la Mesa del Congreso. Nadie puede acusar al PSOE de no haber sido el principal garante de la Constitución española. De su letra y del espíritu de concordia que está detrás de ella». «No hay tiempo que perder», señalan fuentes socialistas, que ya trabajan para una investidura «exprés» de Sánchez, una vez que fracase el intento de Feijóo. Con el calendario en la mano octubre sigue siendo la aspiración, siempre que se cierre a tiempo el acuerdo con Junts. Superadas las fechas más simbólicas para el independentismo, como la Diada del 11 de septiembre o el aniversario del referéndum del 1-O, se buscará el encaje entre otras citas destacadas de ese mes con tiempo para una nueva ronda de consultas con el Rey. La semana del 16 de octubre se antoja como la propicia para ubicar el debate.
Antes, el presidente en funciones ejercerá de anfitrión de la doble cumbre de Granada, los días 5 y 6 de octubre, en la que se congregarán por un lado la reunión de la Comunidad Política Europea y, por otro, el Consejo Europeo informal. La siguiente semana se celebra el Día de la Hispanidad con toda la liturgia que lleva aparejada, desfile militar y posterior recepción en el Palacio Real, por lo que también parece incompatible con el debate de investidura. Fijada ya la jura de la Constitución por parte de la Princesa de Asturias para el 31 de octubre, lo deseable sería, señalan las citadas fuentes, que se pueda hacer con un gobierno en plenas facultades.
En el partido mostraban este jueves su satisfacción por haber logrado superar la votación de las lenguas cooficiales en el Congreso con una mayoría de 180 diputados a favor, uno de ellos del PP por error. Una aritmética que invita al optimismo, incluso con la adhesión de Cristina Valido de Coalición Canaria, pero, parafraseando a un dirigente muy próximo a Sánchez: «La investidura es otra historia».
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