Dublín
Rajoy acuerda con su cúpula reforzar el discurso social para recuperar apoyo electoral
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, cumplió una vez más con los pronósticos y la cúpula del PP se marchó ayer del cónclave que durante dos días han celebrado en Toledo sin recibir ninguna pista sobre el candidato a las próximas elecciones europeas. Allí estaba el aspirante y actual portavoz en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, y allí se habló mucho de la estrategia para recuperar apoyo social y para que el desgaste de los dos años de Gobierno se note lo menos posible en los comicios europeos. En este punto tuvo su momento estelar el sociólogo Pedro Arriola, asesor de Rajoy y marido de la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, quien en el último Comité Ejecutivo reclamó libertad de voto para poder pronunciarse en el Parlamento en contra de la reforma de la Ley del Aborto aprobada por el Consejo de Ministros. Precisamente en Toledo no se tocó el debate sobre el aborto.
Rajoy no habló de candidatos, ni del de las europeas ni de la renovación pendiente en el PP andaluz, con los miembros de su dirección. Estaban la secretaria general, María Dolores de Cospedal; los tres vicesecretarios, Carlos Floriano, Javier Arenas y Esteban González Pons; y los tres portavoces parlamentarios, Alfonso Alonso, José Manuel Barreiro y Jaime Mayor Oreja. Arriola no forma parte de esta estructura orgánica, pero como en otras ocasiones también participó del «encierro».
Las reformas estructurales, sus efectos y la evolución económica monopolizaron buena parte del análisis de la dirección popular. Aunque también dedicaron tiempo a valorar, aconsejados por Arriola, qué hacer para recuperar apoyos sociales y borrar el desgaste por las decisiones impopulares que han adoptado en estos dos años de Legislatura. El «gurú» demoscópico, que siempre ha presumido de ser el precursor de la «teoría del centro», sigue creyendo que el PP tiene que mantener el apoyo de los suyos, pero tiene sobre todo que recuperar confianza entre esos votantes de centro que se pueden sentir más decepcionados con el coste social de la crisis, con las subidas de impuestos y con algunos de los incumplimientos del programa. Hizo un análisis electoral e insistió en la necesidad de que el discurso pase de centrarse en la macroeconomía para fijarse más en los efectos de la recuperación en las familias. Arriola cree que ésta es la receta para superar al PSOE en las europeas, unas elecciones que considera que el PP puede aspirar a ganar pese a las dificultades. La cúpula del PP sabía ayer que este fin de semana se publicaba un sondeo no favorable a sus expectativas.
Al término de la reunión, la secretaria general destacó, precisamente, que «las reformas estructurales llevadas a cabo por el Ejecutivo en el ámbito económico, el ámbito social y en materia de empleo han sido medidas que han servido para garantizar los servicios sociales básicos».
En el «retiro» en Toledo la dirección popular analizó también el futuro congreso del Partido Popular Europeo (PPE), que tendrá lugar en Dublín y donde se elegirá el candidato común de los partidos de centro derecha del continente para presidir la Comisión Europea en sustitución del portugués José Manuel Durao Barroso. Y abordaron la planificación de la próxima Convención Nacional, que se celebrará los próximos días 31 de enero y 1 y 2 de febrero en Valladolid.
Más allá de este contenido, la reunión también tenía como objetivo «hacer piña» en un equipo en el que falla la cohesión interna. Y Rajoy también la utilizó como un gesto de liderazgo después de una etapa, desde que llegó al Gobierno, en la que se ha desocupado bastante del partido para dedicarse por completo a la gestión económica.
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