José Manuel Soria
Proponen a Soria para el Banco Mundial pese al escándalo de Panamá
El ex ministro tuvo que dimitir hace sólo cinco meses por sus vínculos con paraísos fiscales
El ex ministro tuvo que dimitir hace sólo cinco meses por sus vínculos con paraísos fiscales
El ex ministro de Industria, José Manuel Soria, podría estar cerca de abandonar el retiro forzoso de la vida pública en el que se encuentra desde el pasado mes de abril, cuando se vio obligado a dimitir por su implicación en el escándalo de los llamados «papeles de Panamá». El Gobierno ha decidido proponer al ex diputado canario para ocupar el cargo de director ejecutivo del Banco Mundial. Así lo explicó ayer el Ministerio de Economía y Competitividad en un comunicado, en el que señaló que la Comisión de Evaluación de candidaturas a las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) ha seleccionado a los candidatos para cubrir varios puestos que corresponden a España en varias instituciones internacionales de peso. Esta comisión es un organismo dependiente de Economía.
Empresas en Bahamas y Jersey
Soria vuelve a la palestra apenas cinco meses después de estar en el ojo del huracán, tras aparecer como administrador y secretario de varias firmas radicadas en paraísos fiscales como Jersey o Bahamas. Según los documentados destapados por el Consorcio de Periodistas de Investigación, Soria figuró como administrador, durante unos meses de 1992, en una empresa denominada UK Lines Limited y que fue inscrita en Bahamas por el despacho panameño Mossack Fonseca. Más tarde, el hermano del ex ministro fue nombrado administrador de esta compañía. La sociedad se disolvió en marzo de 1995, pocas semanas antes de que empezase la campaña electoral que llevaría a Soria a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria. El ex ministro negó en varias ocasiones su relación con dicha empresa, así como los vínculos de su familia con la misma y con otras sociedades relacionadas con paraísos fiscales, pese a que su firma aparecía en varios documentos.
Las negativas de Soria durante una semana chocaron con las continuas pruebas que aparecían relacionándolo con sociedades opacas. Finalmente, el pasado 15 de abril, Soria presentó su renuncia expresa a sus responsabilidades, tanto en el Gobierno como en el Partido Popular, además de entregar su acta de diputado.
El canario explicaba entonces su renuncia «a la luz de la sucesión de los errores cometidos a lo largo de los últimos días, en relación a las explicaciones de mis actividades empresariales anteriores a mi entrada en política en 1995». Soria achacó esos errores a la «falta de información precisa sobre hechos que ocurrieron hace más de veinte años». Reconoció además «el daño evidente que la situación está causando al Gobierno de España, al Partido Popular, a mis compañeros de militancia y a los votantes, singularmente grave en el momento político actual». Soria, que en un primer momento se había ofrecido a dar explicaciones ante el Congreso de los Diputados, finalmente no acudió a la cámara tras su renuncia.
Pese a su conexión con empresas en paraísos fiscales, Soria se postula ahora para un cargo en una institución que preconiza la transparencia. El año pasado, el puesto suponía una remuneración anual de 226.000 euros libres de impuestos. El empleo a cubrir es el de director ejecutivo para el periodo entre el 1 de noviembre de este año y el 31 de octubre de 2018. España comienza su turno en la silla que comparte con México, Venezuela, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua. El plazo para presentar candidaturas terminaba ayer y su nominación, junto a los otros 24 directores ejecutivos propuestos por el resto de países, será votada por los 189 gobernadores del Banco Mundial.