El velatorio permanecerá abierto hasta las 14.00 horas y Rubalcaba será enterrado esta tarde en una ceremonia íntima por expreso deseo de la familia.

Los reyes eméritos han visitado esta mañana en el Congreso de los Diputados la capilla ardiente del exsecretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba.

Don Juan Carlos y doña Sofía han llegado a las once de la mañana a la Cámara Baja, donde han sido recibidos por la mujer de Rubalcaba, Pilar Goya; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Congreso, Ana Pastor.

La hija mayor de los Reyes, la infanta Elena, ha acudido esta mañana también a la capilla, donde cientos de personas siguen llegando para despedirse del exvicepresidente del Gobierno.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, fue de los primeros en regresar este sábado a la capilla ardiente instalada en el Congreso de los Diputados para velar al político socialista. Sánchez, que el viernes permaneció en todo momento en el interior del Salón de Pasos Perdidos donde se ha colocado el féretro con los restos mortales del exvicepresidente del Ejecutivo y exlíder del PSOE, ha llegado minutos antes de las 9.00 horas de nuevo al velatorio.

A las 9.11 horas la capilla se ha abierto de nuevo a la ciudadanía, con varias decenas de ciudadanos esperando desde minutos antes para poder entrar. Dentro se encuentran acompañando a la familia la presidenta del Congreso, Ana Pastor, la 'número dos' del PSOE, Adriana Lastra, los ministros de Interior, Fernando Grande Marlaska; Sanidad, María Luisa Carcedo y Transición Ecológica, Teresa Ribera, y otros políticos socialistas como Rafael Simancas o Antonio Hernando.

El velatorio permanecerá abierto hasta las 14.00 horas, si bien anoche la masiva afluencia de gente obligó a prolongar una hora y media más allá de lo previsto el horario de visitas. Está previsto que Rubalcaba sea enterrado esta tarde en una ceremonia íntima por expreso deseo de la familia.

Adiós al hombre de Estado

Adiós al socialismo histórico, al hombre de Estado. Ésta y otras eran las proclamas que más se repetían entre la multitud de ciudadanos que se desplazaron hasta el Congreso de los Diputados para despedir al histórico ex vicepresidente socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba. En la sede de la soberanía popular reinó el luto oficial en una multitudinaria despedida que fue celebrada con honores de Estado. Cómo ya fueran despedidos en la institución los ex presidentes del gobierno fallecidos, José Calvo Sotelo y Adolfo Suárez y también el padre de la Constitución, Gabriel Cisneros y el ex presidente de Congreso Manuel Marín. Al filo de las ocho y media de la tarde, el coche fúnebre se paró en la emblemática escalinata de la Puerta de los Leones. Allí, portado por la policía del Parlamento, rigurosamente uniformada, y ante las altas autoridades del Estado, el féretro de Rubalcaba recibió una gran ovación de los familiares, amigos y políticos que esperaban su llegada, sin banderas ni siglas, para entonar su último adiós al ex secretario general del PSOE.

A la capilla ardiente llegó media hora antes de su apertura el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que ya antes se había trasladado al hospital Puerta del Hierro. Al filo de las nueve de la noche llegaron los Reyes de España atravesaron la puerta principal de la Cámara, con la Carrera de los Jerónimos cortada al tráfico, ante los aplausos y respeto de centenares de personas. Allí les esperaban, en el patio de la Cámara Baja, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, y el presidente del Senado, Pío García Escudero. Dentro de la Sala de los Pasos Perdidos, una bandera de España y otra roja con el símbolo del PSOE, el puño y la rosa, cubrían los restos mortales del socialista. En las mismas dependencias, un gran cartel con una foto del político en la que se podía leer: “La paz y la libertad es nuestra forma de vida”. Los Reyes permanecieron unos minutos en la sala para despedirse del socialista y después de reconfortar a la familia abandonaron el Congreso.

La capilla ardiente se abrió al público y las largas colas de ciudadanos que quisieron dar su último adiós al político obligó a retrasar el cierre hasta casi la medianoche. Entre los asistentes a la capilla se encontraban ex alumnos de Rubalcaba.

Visiblemente emocionados acudían a la Cámara Baja ministros socialistas y los compañeros más cercanos al ex vicepresidente, que también habían acompañado a la familia durante los dos días que éste había permanecido en el hospital madrileño. Entre ellos, Elena Valenciano, Trinidad Jiménez, Javier Solana, Patxi López, Carmen Montón, Eduardo Madina o el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que también inauguró también el libro de condolencias a la familia en la sede de Ferraz asegurando que «dejaba una huella imborrable en beneficio de España». Continuaba el secretario de Organización, destacando palabras de elogio hacia Alfredo Pérez Rubalcaba como “tu sentido de hombre de Estado capaz de desarrollar las más altas tareas de responsabilidad, templanza y sensibilidad hacen que formes parte de la mejor parte de nuestra historia, de la España del socialismo”.

A la Cámara Baja también acudieron, entre otros, los ex presidentes del Gobierno, Mariano Rajoy y José Luis Rodríguez Zapatero y los políticos Pablo Casado, Pablo Iglesias, Pablo Echenique, José Manuel Villegas, Juan Carlos Monedero, Susana Díaz, Soraya Sáenz de Santamaría y Fátima bañez entre otros. También el hijo de Adolfo Suárez quiso despedirse del político y el presidente del Real Madrid Florentino Pérez. En la tarde de ayer, muchos de los militantes que acudían a la sede socialista en Ferraz y en el Congreso, destacaban, como un militante de base de nombre José Manuel que era necesario “mostrar sus respetos” ante Rubalcaba porque “España tiene una deuda de gratitud con Rubalcaba por su contribución al fin de ETA”. Otros simpatizantes anónimos depositaron rosas rojas en los aledaños de Ferraz junto a unas letras de agradecimiento por su gestión en el Gobierno.